Son muchas las torturas a las que sometemos a nuestros celulares casi a diario, desde dejarlos caer por el inodoro hasta golpearlos contra el suelo y otras superficies.

A veces sólo resultan con la pantalla quebrada, pero en otras ocasiones quedan inutilizables para siempre.

Pero ahora la compañía surcoreana Samsung afirma que sus dos más nuevos modelos, Galaxy S7 y S7 Edge, tienen una alta resistencia al agua.

¿Es cierta esta afirmación? ¿Sucede lo mismo con los últimos modelos de iPhone, 6S y 6S Plus? ¿Y qué pasa en caso de caída?

La compañía Square Trade decidió poner a prueba a ambos fabricantes, sometiendo sus dispositivos a una serie de exámenes extremos para probar su durabilidad.

Sonido "distorsionado"

Samsung dijo que GalaxyS7 y S7 Edge pueden seguir funcionando tras ser sumergidos a más de un metro de profundidad durante 30 minutos.

Para comprobarlo, Square Trade creó un robot de inmersión profunda y dejó caer en él los dispositivos de Samsung y Apple.

Tras hacer la prueba, el sistema de sonido de los nuevos celulares Samsung quedó permanentemente dañado.

La conclusión fue que, efectivamente, los celulares de Samsung sobrevivieron la inmersión, pero su sistema de sonido quedó "permanentemente distorsionado".

No obstante, según Square Trade, los nuevos aparatos de Samsung son "los más resistentes al agua hasta el momento".

Los iPhone, sin embargo, sufrieron peores consecuencias.

A los 10 minutos de inmersión, el 6S Plus comenzó a sufrir problemas de funcionamiento y a los 24 minutos se había convertido en "un ladrillo", completamente inservible.

¿A prueba de golpes?

Otras de las pruebas fueron las caídas con volteo, a través de un robot de emulaba los golpes que reciben los celulares al caer sobre diferentes superficies.

Para ello, los especialistas introdujeron los aparatos en una cámara cerrada, similar al tambor de una secadora en movimiento, que giraba a una velocidad de 50 revoluciones por minuto durante 30 segundos.

En este caso, los Galaxy S7 y S7 Edge sufrieron peores consecuencias, debido a la curvatura de su pantalla trasera, más sensible a los impactos.

Pero tanto los dispositivos de Samsung como los de sus competidores fabricados por Apple acabaron con las pantallas fracturadas.

Y a la hora de dejarlos caer boca abajo en el pavimento a 1,8 metros de altura, ninguno de los cuatro modelos de celular salió bien parado.

Los Samsung no corrieron mejor suerte que los iPhone, aunque los S7 Edge pudieron soportar más caídas contra el suelo (siete en total) que los Galaxy S7, que sólo aguantaron cuatro.

En el caso de los iPhone, sólo sobrevivió el iPhone 6S, y el 6S Plus acabó completamente destrozado.

Lo que sugiere que la mejor decisión de compra, en cuanto a resistencia, sigue siendo un modelo menos avanzado pero más resistente o un protector de caídas para celulares.

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