Magawa es una rata originaria de Gambia, mide 75 centrímetros de largo y pesa poco más de un kilo. Este roedor, que se ha convertido en toda una eminencia en África y ahora en el Reino Unido, ha estado durante años trabajando en la detección de minas, bomas y artefactos explosivos en Camboya.

El animal tiene el destacado mérito de haber descubierto 39 minas y otros 28 dispositivos altamente explosivos en seis años, lo que la convierte en la rata más eficaz utilizada para remover estos escondidos y peligrosos objetos.

Debido a su envidiable "carrera", la organización benéfica veterinaria People's Dispensary for Sick Animals (PDSA) del Reino Unido le ha entregado una medalla de oro por sus años de servicio.

Magawa fue adiestrada por la ONG Apopo (Anti-Personnel Landmines Removal Product Development), con sede en Bélgica, la cual se especializa en esta actividad humanitaria desde 1990.

Gracias a su trabajo, se ha podido despejar un terreno de casi 141.000 metros cuadrados de tierra, lo que equivale a 20 campos de fútbol. Apopo lleva años entrenando este tipo de animales en Tanzania.

Para poder detectar un explosivo, a los roedores se les enseña a detectar un compuesto químico dentro de los explosivos. Una vez que han encontrado una mina, comienzan a excavar en la zona para avisar de la presencia de este tipo de objetos.

Gracias a que son relativamente livianos, pueden caminar sin activar la mina. Con esta técnica puede registrar el área de una cancha de tenis en menos de media hora, algo que a un humano le tomaría hasta cuatro días con detectores de metal.

La ONG posee 45 ratas adiestradas para realizar este tipo de trabajo. Gracias a los roedores, se han descubierto y retirado más de 83.000 minas. Según cifras de PDSA, entre 1975 y 1998, se ocultaron entre 4 y 6 millones de minas en Camboya, las cuales ya han causado la muerte de más de 64.000 personas y 25.000 otras han sido heridas.

Ya con siete años, Magawa está a punto de retirarse de su heroica labor. El promedio de vida de este tipo de ratas es de ocho años, según el zoológico de San Diego en California. 

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