En su armario, se amontonan montañas de zapatos, chaquetas de colores, bolsos de mano e innumerables collares que esperan el momento para ser utilizados. En su casa, cerca de Colonia, muchas cosas recuerdan a la famosa política. Sin embargo, no es Angela Merkel. Su verdadero nombre es Ursula Nawa-Wanecki.

¿Quién habría adivinado que esa modesta asesora fiscal procedente de Polonia, que vive en Alemania desde 1985, iba a ser el doble más buscado de la canciller Angela Merkel? Como tal, se solicita su presencia tanto en fiestas de cumpleaños de oligarcas rusos, como para actuar entre explosiones y helicópteros en la serie televisiva "Eres la canciller”.

Canciller por casualidad

Su carrera como canciller comenzó por accidente.  "Quería disfrazarme con un sari hindú para carnaval”, recuerda, pero por correo solo recibió una tela de poliéster. "Me miré en el espejo y no me quedó otra solución que disfrazarme  de canciller”, recuerda. Poco después, envió una foto a una agencia de dobles. Curiosamente, fue rechazada por tener pocas similitudes.

Más tarde, estaban buscando un doble para programas de televisión sobre las elecciones de 2013. "¿Se parece realmente a la canciller?”, preguntó entonces su futuro gerente Jochen Förster.

"Todo sucedió muy rápido”, cuenta Ursula. Ahora, en las cercanías de su pueblo le llaman cariñosamente "Angie”. Y cuando va a Berlín, solo viaja en primera clase. "No es por lujo”, reconoce, "los viernes los trenes están llenos de jóvenes que me saludan y me piden selfies”. Además, Ursula también se ha adaptado rápidamente a Berlín. Y muchos taxistas le preguntan: "¿A dónde va, señora canciller?"

Sin embargo, tener un cargo con tanta responsabilidad le ha hecho cambiar, cree Nawa-Wanecky. "Ha influido en mi desarrollo intelectual y político”, comenta. La política siempre fue una parte importante en su vida, pero después de años en el rol, ve todo desde una perspectiva diferente. Aprendió a vivir con la "canciller” y durante sus actuaciones se veía inundada de propuestas sobre cómo dirigir el país. Por ejemplo, durante la crisis de los refugiados tuvo que renunciar a algunas actuaciones. Tenía miedo. "Evité ciertas ferias y fiestas por temor a curiosos. Lo bueno es que mi marido estaba conmigo”, explica.

¿Cómo gobierna la canciller?

Como "política profesional", Ursula elige sus eventos con cuidado. Aun así, intenta evitar que decaiga la reputación de cancillería. Se negó a aparecer en el programa satírico de Jan Böhmermann, que había planeado escenas de desnudos. "Lo suelo rechazar”, explica. Pero algunas veces ha cedido, como cuando salió en la revista para lesbianas "Straight”. Tampoco resulta extraño que la inviten a  sesiones de fotos en reconocidos periódicos como "Le Monde” o "Time”. Así se consiguieron imágenes en las que la canciller aparecía con el presidente Hollande en una actitud picante. La edición se agotó rápidamente

"Tiene un notable parecido con Merkel y un talento natural”, explica el manager. Solo su acento polaco la delata como copia. Pero Wanecki puede incluso utilizar eso también a su favor. Durante un discurso, bromeó diciendo que en casa hablaba siempre alemán con acento polaco porque tiene raíces polacas. Realmente, el abuelo de Merkel se llamaba Kazmierczack y era originario de Poznań. Mientras lo reconocía, se reía para sus adentros y bajaba la mirada observándose las uñas. Exactamente igual que la canciller Merkel.

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