Un grupo de científicos japoneses han logrado transformar en un laboratorio células madre de un ratón en óvulos completamente funcionales. Este es un hecho que sin duda marca un precedente en la historia de la ciencia, ya que es primera vez que se crea desde cero la principal célula reproductora de esta especie.

Los responsables del experimento, aseguran que produjeron embarazos exitosos en algunos roedores, lo cuales tuvieron sus propias crías completamente sanas y fértiles.

Los resultados del estudio fueron publicados por la revista Nature, donde explican que la creación de los óvulos se hizo a partir de células pluripotenciales, las cuales tienen la capacidad de convertirse en células de cualquier otro tejido del cuerpo.  

El equipo de científicos, liderado por Katsuhiko Hayashi, de la Universidad de Kyushu, transformó estas células pluripotenciales en óvulos de ratón, los cuales cultivaron en un laboratorio a través de un proceso de fertilización in vitro. Por último insertaron los óvulos fecundados en hembras de ratón.

Sin embargo, los resultados del experimento no fueron del todo alentadores. Según la información otorgada el método aún es peligroso, ya que no tiene un 100% de efectividad. Durante el estudio se produjeron un total de 1.348 embriones, pero solo consiguieron que nacieran 26 ratones.

Muchas de las crías mostraron problemas de desarrollo y anormalidades en sus cromosomas, lo que confirma que esta técnica debe seguir perfeccionándose. 

A pesar de todo, los científicos no pierden la esperanza de que en un futuro se pueda pensar en la posibilidad de crear óvulos para ayudar a las parejas con infertilidad.

Katsuhiko Hayashi afirma en Nature que es posible que en 10 años su metodología sirva para producir óvulos humanos, aunque todavía es  "demasiado pronto para usar ovocitos artificiales con fines clínicos". Esto porque muchos de los óvulos que él produce son de mala calidad y pueden resultar en embriones con anormalidades genéticas y deformidades.

Con una técnica correctamente desarrollada podría pensarse en la creación de óvulos humanos en base a células no reproductivas, por ejemplo, las de la piel.

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