La influencer eslovaca Veronika Rajek, de 26 años, aseguró que su cuerpo es “demasiado peligroso” para internet, luego de denunciar maltrato y acoso en las redes sociales por su aspecto “naturalmente perfecto”.

La modelo de Instagram acusó que ha recibido violentos mensajes debido a que su figura –según expone– hace que las personas se sientan “celosas” y terminen sufriendo “vergüenza corporal”.

Mi cuerpo se considera un peligro en las redes sociales y los trolls me cancelan constantemente por no hacer absolutamente nada más que compartir fotos de mi cuerpo”, dijo a NudePR.com, según replica New York Post, la eslovaca que ha trabajado como modelo desde que tenía 14 años.

“En estos días, ves muchas mujeres con sobrepeso o incluso obesas en línea, hablando sobre la positividad corporal, pero cuando una mujer hermosa y alta quiere ser positiva en su propia piel, la gente quiere atacarme y llamarme privilegiada”, agregó.

Rajek, quien ahora se mueve entre Austria y Estados Unidos, tiene dos millones de seguidores en Instagram. Sin embargo, todos sus fanáticos no parecen superar a los trolls.

“Simplemente están celosos de mi cuerpo natural”, afirmó. “Algunas personas incluso están reportando mi cuenta de Instagram porque están ofendidos por mi apariencia delgada y estoy perdiendo dinero y trabajo por eso”.

La joven, quien asegura no compartir “nada con clasificación X o controvertido”, sólo busca “mostrar a mí misma y mi cuerpo” en un intento de promover la “positividad corporal”.

“No entiendo por qué mi versión de la positividad corporal es incorrecta”, dijo, añadiendo que “yo soy una modelo; ¿No se supone que las modelos son sexy?”.

Rajek, quien sostiene que su cuerpo es “demasiado hermoso”, considera que la gente se siente amenazada, obligándola a demostrar constantemente que su apariencia es real. De hecho, una vez pagó más de 80 dólares por un examen de senos para demostrar que no está operada.

“Si eres demasiado hermosa, tu cuerpo es visto como una amenaza para la sociedad”, señaló. “En realidad, vine de un país pobre y tuve que trabajar duro para estar donde estoy hoy”, continuó.

Finalmente, lamentó también que “cuando era niña, a menudo me llamaban con nombres crueles, como ‘escritorio’ y ‘jirafa’”, debido a su altura y pecho plano. “Creo que la gente quiere castigarme por mi éxito, pero todo en mí es natural”, cerró.

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