Una poco usual historia protagonizó el voleibolista italiano Roberto Cazzaniga y, de manera indirecta, la súpermodelo brasileña, Alessandra Ambrosio.

Lo ocurrido es lo siguiente: El deportista creyó durante 15 años que era novio de la maniquí, con quien habría mantenido una relación a distancia y a través de redes sociales, sin percatarse de que quien no hablaba no era Ambrosio.

Según indica Marca citando a medios italianos, el jugador de 42 años y capitán del club Gioia Del Colle, mantuvo una relación mediante redes sociales con una mujer apodada "Maya", el que sería el seudónimo que tenía la modelo de VIctoria's Secret.

Si bien nunca se reunieron, mantuvieron una relación vía mensaje y llamadas telefónicas. Incluso, la primera foto que le enviaron  a Cazzaniga era una de Alessandra Ambrosio, lo que ocurrió mediante una llamada que fue realizada vía una amiga en común.

Producto de esta relación, el deportista invirtió no solo tiempo, sino que también dinero en la presunto súpermodelo. Gastó en los 15 años unos 700 mil euros entre regalos (más de 659 millones de pesos), como una Alfa Romeo Mito nuevo, y depósitos para tratar una supuesta enfermedad cardiaca de la mujer.

En un programa de televisión italiano, el voleibolista confirmó el engaño y que estaba, además de triste, inmerso en deudas.

"Un día estaba en la habitación, a oscuras. Lo veo llorar, le pregunto qué tiene y me dice que se ha enamorado de una mujer que está en cuidados intensivos por una operación de corazón y no puede ir a verla al hospital porque podría enojarse", dijo su hermano Danilo al ver el mal estado anímico de Roberto.

La farsa quedó al descubierto gracias a los compañeros de equipo de Cazzaniga, quienes al saber que el deportista nunca había visto a Ambrosio, presentaron una denuncia contra la persona que estaba recibiendo el dinero y se contactaron con una periodista para llegar al fondo del asunto.

Al final la timadora fue descubierto: Se llama Valeria, tiene 50 años y vive en la región italiana de Cerdeña. La noticia conmovió al mundo del voley italiano y un medallista olímpico de la disciplina y ex compañero del equipo del afectado, Paolo Cozzi, pidió respeto para él.

"Roberto es una víctima a la que hay que respetar. No hay que compadecer ni burlarse: esta es una historia que también le puede pasar a otros porque hay debilidades humanas y trampas de la existencia", dijo.

Publicidad