A los pocos días del triunfo de la Selección Femenina ante Uruguay, la mediocampista de la selección femenina Karen Araya viajó a Brasil para recibir su primer sueldo como jugadora profesional de Audax. Karen no anotó ninguno de los cuatro goles, pero fue una fuerza movilizadora fundamental.

En entrevista con Revista Paula, la jugadora confiesa pasajes de su vida pasada, sus temores y los prejuicios que debió enfrentar ante sus pares por su pasión por el balompié. Araya ha estado en el equipo desde sus inicios en 2006, por ello es considerada como el pilar fundamental en su formación

La jugadora "aún no concibe la felicidad que siente" y es que su formación fue en las calles de Puente Alto que la vieron crecer. "Mi papá cuenta que cuando tenía 3 años, él me ponía en el arco a jugar con él (...)siempre estuve metida en las canchas. Y después me inicié jugando con mi mamá, en un equipo que armó ella con sus vecinas", relata. 

Karen admite que si le dieran a elegir, siempre optaría por el deporte. "Nunca me enamoré al punto de decir: “Voy a dejar todo por esta persona”. Si me dan a elegir entre el fútbol y una persona, siempre voy a elegir el fútbol", dijo. 

Por otra parte, a pesar de que jugará como profesional en el país carioca, sólo recibirá el 1 por ciento de lo que ganan sus pares hombres realizando la misma actividad.

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