El diputado Giorgio Jackson puso reparos a la forma en que se pretende avanzar hacia la gratuidad universal, en el marco del proyecto de ley de reforma a la educación superior. 

Según la iniciativa legal, la reforma "amarra" la progresión del beneficio al cumplimiento de objetivos en la carga tributaria, la que se medirá de acuerdo a la proporción de ingresos estructurales del Estado como porcentaje del PIB tendencial, que corresponde a la capacidad de crecimiento de la economía en el largo plazo. Por ejemplo, para llegar al sexto decil de gratuidad en 2018 se deberá alcanzar un 23%(actualmente es un 21,5%). Para avanzar al 70% de menores ingresos se deberá llegar a un PIB tendencial al 23,5%.

El parlamentario indicó que "lo que hubo fue un compromiso que no tenía que ver necesariamente con el crecimiento, mas si con la recaudación fiscal. Todo proyecto tiene que tener gradualidad, pero acá no hay, se chutea para un gobierno futuro no para que crezca, lo que está condicionado es con respecto a la recaudación fiscal y no del tamaño del producto".

"Acá no hablamos de que se trata de gradualidad temporal, sino que la decisión política que futuros gobiernos hagan reformas tributarias iguales o mayores que la que se ejecutó hace poco. Es postergar una decisión, no es gradualidad", enfatizó.

En esta línea, explicó que "esto no tiene que ver absolutamente con el nivel de crecimiento de la economía, sino con una decisión política, para destinar a otras cosas, de postergar o porque se cree que no es justo. No se logra comprender la diferencia entre expectativas y lo que se propone en financiamiento solo por la desaceleración".

Finalmente, concluye con que "o se calculó mal la reforma o se comprometió algo que nunca se estuvo de acuerdo a cumplir. No es por el efecto de estos dos años, es imposible".

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