El Vaticano dio a conocer ayer martes que cinco sacerdotes de la Iglesia de El Bosque ligados a Fernando Karadima, y que son víctimas de él, van a ir a Roma para encontrarse con el Papa Francisco, en un formato parecido al que los denunciantes de Karadima tuvieron a mediados del mes pasado.

Samuel Fernández fue uno de los sacerdotes del círculo cercano de Fernando Karadima en El Bosque, quien terminó apoyando y validando los testimonios de las víctimas de abusos sexuales de su ex formador.

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Este miércoles afirmó en Tele13 Radio que la invitación del Papa es "una gran oportunidad para visibilizar la gravedad del abuso de poder, la manipulación de consciencia, porque efectivamente, dentro de las personas que van, algunos habrán sido objeto de abusos sexuales, pero otros fueron por sufrir de abuso de poder y abuso de consciencia y no abusos sexuales", agregando que el abuso de poder "de una u otra manera, siempre" es la puerta de entrada del abuso sexual. 

"Yo metí la pata, yo me equivoqué, participé de El Bosque muchos años e incluso cuando surgieron las acusaciones yo defendí a Karadima algunos meses",declaró a Mesa Central. 

Fernández dijo que lo grave es que de alguna manera la dinámica del directorio espiritual tiende a reemplazar la consciencia de otra persona, "porque en el fondo se utiliza precisamente la autoridad, como la autoridad que viene de Dios, pero se utiliza para fines espurios". 

"Yo efectivamente soy víctima de abuso de poder y de manipulación", declaró y dijo que "había cosas que, desde mi perspectiva, las veía sin mayor significado. Eran a la vista de todos y muchos lo vieron. Señales de que había abuso sexual había, pero no supe verlo". 

Dice que cuando se dieron a conocer los primeros abusos el año 2010, quedó "paralizado", pero no tenía las herramientas "a los 20 años para darme cuenta de lo grave que era eso". 

Afirma haber visto "la punta del iceberg" en relación a los abusos sexuales, "palmadas en el traste, que en ese momento yo no le vi una connotación sexual o de abuso". 

"Toda esta pérdida de poder y prestigio nos permite un diálogo más fraterno con la sociedad. Cuando uno reconoce que ha actuado mal, la gente tiene el corazón abierto para escuchar", declaró el sacerdote. 

Escucha la entrevista completa en el Podcast de Tele13 Radio 

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