Con la vista puesta en la Supercopa de España, sin correr más riesgos de los necesarios por contrato en la presencia inicial de Cristiano Ronaldo, Carlo Ancelotti quiso ver a su segunda línea en acción. Hizo debutar a Keylor Navas, firme y sin culpa en los goles, probó a Nacho de central, un cuadro que difícilmente se repetirá -Xabi Alonso, Illarramendi y Khedira-, y un tridente ofensivo en el que se reivindicó Di María.
Sus ganas en un amistosos dejan dudas sobre si está interesado en marcharse o es el club en el que está empujando a irse. Di María estuvo en todo lo que ocurrió en el inicio. Un disparo desviado, otro colocado, y un pase medido en una contra perfecta conducida por Cristiano Ronaldo.
Se cumplían cuatro minutos y el Real Madrid ya ganaba gracias a una acción de dos futbolistas que juegan de memoria.
La Florentina no era un convidado de piedra. Con Borja Valero al mando dejó muestras de su buen gusto por el fútbol, con un nueve matador como Mario Gómez que transformaba en peligro cada balón que tocaba.
La remontada tardaría en llegar aunque pudo producirse en dos minutos. El travesaño repelió el disparo de Aquilani, tras un pase picado de Pizarro. También personó Khedira, aún corto de forma y alejado de la imagen que dejó con Alemania.
El primer acto se cerró con un gol anulado a Di Maria y el segundo se inició con otros a Benzema a pase del argentino. Luego, Kroos tomó el mando para mostrar su juego. Dejó un pase de empeine que perdonó Di María a los 54 minutos de comenzado el encuentro.
Finalmente, el Real Madrid pudo empatar a siete del final, pero Di María no puso el broche a su gran partido. Salió desviado antes de que los cambios marcasen los últimos compases de una nueva derrota madridista en pretemporada tras conquistar la Supercopa de Europa y con la mente puesta en la de España que en días disputa ante el Atlético de Madrid.
