En la serie House of Cards, que hace pocas semanas lanzó su segunda temporada de manera íntegra mediante Netflix, Kevin Spacey interpreta a un congresista manipulador que haría cualquier cosa para el beneficio de su carrera.
Ahora, según reporta Bloomberg, el actor estaría interpretando el rol en la vida real.
Y es que Spacey está jugando un papel clave en la disputa entre la producción del show y el estado de Maryland, donde el programa es filmado.
El viernes pasado, en una cena donde fueron invitados los legisladores de Maryland, Kevin Spacey hizo un llamado a los parlamentarios utilizando varios métodos, que según los asistentes, le salían de manera natural.
“Tiene una cualidad Clinton-esca de conectar con todas las personas de la sala”, señaló uno de los lobistas.
Spacey les pidió que voten positivamente un proyecto de ley que en 2014 aumentará en, aproximadamente, $11 millones de dólares los fondos disponibles desde el pago de impuestos.
De esta suma, una gran parte se destinaría a la producción de House of Cards, una práctica común en Estados Unidos, donde los estados ofrecen variados incentivos a las compañías productoras de cine y TV, las que ayudan a las economías locales.
El proyecto ya fue aprobado por el Senado de Maryland, pero aún requiere la decisión de la Cámara de Delegados, a la que los representantes de la serie ya amenazaron.
Casi como si se tratara de uno de sus capítulos, los productores enviaron una carta asegurando a Maryland que si no les aseguran los millones dejarían sus sets y oficinas para trasladarse a otro estado.
La misiva no cayó bien, e incluso algunos de los lobistas de la serie se distanciaron de ella.
El caso recuerda que a veces la ficción y la realidad se confunden. Hoy mismo en Estados Unidos un joven fue procesado por mantener un laboratorio de veneno casero al estilo Breaking Bad.
