Lenguaje inclusivo y no sexista: El manual que envió Cancillería a sus funcionarios



Correo electrónico. Este miércoles llegó un correo electrónico a los todos funcionarios de la Cancillería con un manual de lenguaje inclusivo y no sexista.
- El documento, que fue publicado en julio del año pasado y tiene 22 páginas, sugiere múltiples cambios y se realizó a partir de la firma de un compromiso del ministerio con el Sello de Igualdad de Género para las Instituciones Públicas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
- En lugar de hablar de “niños y niñas”, por ejemplo, propone alternar esta expresión y denominarla “niñas y niños”.
- A “Los viajeros frecuentes” se sugiere denominar “personas que viajan frecuentemente” para que no aparezcan como sujetos masculinos.
- A los agricultores aconseja llamarlos así: “Personas que se dedican a la agricultura”. Otra vez, con el objetivo de que no se confunda el género de quienes trabajan en esa actividad.
- “El androcentrismo, una perspectiva que pone al hombre como la medida de todas las cosas, ha influido profundamente en la forma que usamos el lenguaje, excluyendo a las mujeres y a las diversidades sexuales y de género de la narrativa lingüística, además de reforzar la idea de que lo masculino es el estándar y lo femenino y las diversidades son una excepción”, sostiene el manual.

Ya es oficial: Conmebol entrega la sanción para Colo Colo por los hechos ocurridos en el partido con Fortaleza
Frases y sugerencias. Uno de los capítulos del texto se denomina “Formas de invisibilización”, donde se propone dejar de usar la expresión “hombre” para representar a toda la humanidad.
- Como ejemplo, el manual registra esta frase: “Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha buscado comprender el universo que lo rodea”. El cambio que se propone es el siguiente: “Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha buscado comprender el universo que lo rodea”.
- Luego, en vez de usar la expresión “hombre público”, propone reemplazarlo por “persona pública”.
- Y, en lugar de utilizar la expresión “caballerosidad”, sugiere cambiarla por “cortesía”, “amabilidad” o “gentileza”.
La ciudadanía y los ciudadanos. El manual también habla de “Denominación sexuada”, definiendo aquello como identificar a mujeres por su género sin ser necesario.
- Ejemplo: “Los testigos fueron dos bomberos y dos mujeres”. El documento propone usar esta frase: “Los testigos fueron cuatro personas, incluidos dos bomberos”.
- También se plantea utilizar el término “La ciudadanía” en vez de “Los ciudadanos”, y “La planta funcionaria” en reemplazo de “Los funcionarios”.
- Se aconseja “ser consciente de las implicancias de las palabras y elegir aquellas que respeten la diversidad, evitando expresiones que puedan ser peyorativas hacia ciertos grupos, que no tienen femenino y carga positiva; o que no tienen masculino y sí carga negativa”.
De ello se dan algunos ejemplos y explicación.
“Hombría”: “Tiene carga positiva, pero no tiene femenino”
“Arpía”: “Tiene carga negativa y no tiene masculino”.
El electorado y los votantes. El manual entrega “Estrategias para el uso de lenguaje inclusivo”. Da varios ejemplos, como cambiar el uso del término “Los alumnos” por el de “El alumnado”; “El personal” en vez de “Los trabajadores” y “El electorado” en lugar de “Los votantes”.
- Se sugiere además usar la frase “El desempleo juvenil” en lugar de “El desempleo entre los jóvenes”.
- El texto recomienda no usar expresiones estereotipadas o estigmatizantes.
- “El uso de términos como “crisis migratoria” o “problema migratorio” no solo aportan a la desinformación y a crear una realidad poco objetiva, sino que además pueden exacerbar las actitudes xenofóbicas y discriminatorias. Por este motivo se recomienda el uso de términos como “flujo migratorio””, señala.