El 31 de mayo ocurrió el crimen que conmociona a Brasil. Se trata de la muerte de Rhuan Maycon da Silva, un niño de 9 años a quien su madre le había extirpado sus genitales hace más de un año y asesinado el pasado 31 de mayo.
La Policía Civil del Distrito Federal (Brasilia) concluyó que Rosana Auri da Silva Cándido (27) y Kacyla Pryscila Santiago Damasceno Pessoa (28), fueron las autoras de la muerte del pequeño Rhuan Maycon da Silva de 9 años, hijo de Rosana.
Según el medio O Globo, la muerte del pequeño ocurrió en la casa de la familia, donde vivían hace tres meses, en la localidad de Samambaia en la capital de Brasil (Brasilia).
En la casa vivían las dos mujeres, Rhuan y la hija de Kacyla de 8 años. Según el medio, los vecinos informaron que los niños no iban al colegio y tampoco salían de la casa.
Según la Policía Civil, los exámenes atestaron que las mujeres le extirparon su pene y testículos hace más de un año, cuando la familia vivía en Goiânia (GO).
La policía local informó que el pasado 31 de mayo, el menor fue asesinado, torturado, degollado, descuartizado y luego, las partes de su cuerpo fueron escondidas en dos mochilas y una maleta que fueron dejadas en un alcantarillado de la ciudad.
La pareja le habrían causado brutalmente 11 apuñaladas al menor, dos de las cuales fueron fatales. Ambas mujeres tendrán que responder a las causas de homicidio calificado, tortura, ocultación de cadáver, lesión corporal gravísima y fraude procesal.
Si se suman, las penas pueden llegar a 57 años de prisión para cada una.
Las razones
Pese a que medios han calificado el hecho como un crimen de heterofobia, quienes explican que las mujeres habrían hecho la extirpación de los genitales del menor para que fuera una niña; la policía explicó al medio brasilero, que el motivo alegado por la madre del menor fue por "venganza contra el padre y los abuelos del niño".
Rosana habría agregado que el pequeño era "agresivo como su padre", por lo que la policía explicó que: "el menor representaba el pasado afectivo de la madre"; la mujer agregó que sentía un "profundo odio al niño".
Otra de las razones que se manejan, es que se trate de un asesinato motivado por un fanatismo religioso exacerbado.
Según el delegado adjunto de la 26ª CP, Guillermo Melo, que coordinó el caso, la "forma de ejecución del niño fue cruel".
Durante la investigación del caso, las dos mujeres dijeron que recibían "revelaciones divinas", la que influía en la rutina de los niños. Por ejemplo, la hija de Kacyla "despertaba a las 6:00 todos los días, tenía que orar y bañarse, todo en el afán religioso", concluyó el delegado Melo.
La ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de Brasil, Damares Alves, se ha mostrado "conmocionada" por el caso y ha prometido fortalecer los consejos tutelares en el país para evitar violencia contra niños y adolescentes. "Quiero saber dónde la red de protección falló", afirmó la ministra a través de su cuenta de Twitter.
