Cuatro niños de entre 10 y 14 años empacaron cañas de pescar y dinero en un vehículo 4x4 del padre de uno de ellos, y viajaron ellos solos más de 900 kilómetros por la costa este de Australia, hasta que la policía dio por terminada su aventura.
El grupo, tres niños y una niña, partió de Gracemere, en Queensland, en el centroeste, en algún momento del fin de semana.
Los menores fueron descubiertos a salvo en la ciudad de Grafton, en Nueva Gales del Sur, en el sureste del país, el domingo.
La policía dijo que los niños no eran todos de la misma familia y que habían robado el 4x4 de uno de los padres.
"Apenas alcanzaba la ventana"
A primera hora del domingo, cuando habían viajado aproximadamente 140 km, se detuvieron en una gasolinera en la ciudad de Banana, en Queensland, y supuestamente robaron gasolina.
Un empleado de la estación le dijo a The Daily Telegraph de Sídney que el video de seguridad mostraba que el vehículo había llegado como cualquier otro antes de que uno de los pasajeros se bajara a llenar tanque del vehículo.
"Era realmente bajo. Apenas alcanzaba la ventana", dijo el trabajador de la estación de servicio.
Más tarde, ese mismo día, la policía vio el vehículo en Glen Innes, una ciudad cerca de Grafton, Queensland, y comenzó a perseguirlo.
Sin embargo, los agentes detuvieron la persecución debido a que les preocupó la corta edad del conductor.
El vehículo fue visto más tarde al lado de una carretera en Grafton, según el inspector Darren Williams, de la Policía de Nueva Gales del Sur.
"Se encerraron en el auto y la policía tuvo que abrirlo a la fuerza y arrestarlos", dijo Williams, citado por la cadena Australian Broadcasting Corporation (ABC).
El inspector Williams cree que el grupo probablemente se haya alternado la conducción.
Un viaje sin escalas entre Gracemere y Grafton suele durar unas 10 horas.
"Es un viaje bastante largo, un largo camino para una persona joven", dijo.
La policía adelantó que interrogaría a los niños una vez que sus padres estuvieran presentes.
