Pocos días antes de Navidad, el activista oriundo de Hong Kong, Tony Chung, abordó un vuelo a Okinawa, Japón, con solo una mochila para no despertar sospechas de sus planes de pedir asilo político en el Reino Unido.
Chung, de 22 años, fue una de las personas más jóvenes encarceladas en Hong Kong en virtud de la ley de seguridad nacional impuesta por China, y seis meses antes había completado su sentencia.
Recién excarcelado, sintió que seguía presionado por los servicios correccionales y por la policía de seguridad nacional de la ciudad, que le exigió actuar como informante.
"No sólo controlaban completamente mi vida e interferían en ella, [sino que] sus acciones afectaban a mi seguridad personal y ponían mi vida en peligro", declaró Chung a AFP en una entrevista el viernes en Reino Unido.
Tomó los 40.000 dólares hongkoneses (4 millones y medio de pesos chilenos aproximadamente) que le quedaban, partió de Hong Kong después de convencer a sus vigilantes de que se iba a tomar unas breves vacaciones.
Chung es uno de muchos activistas pro-democracia de Hong Kong que buscaron refugio en el exterior. Autoridades locales y chinas prometieron que los llevarían ante la justicia.
El joven compartió sus experiencias después de aterrizar el miércoles en el aeropuerto londinense de Heathrow, lo que lo convirtió en fugitivo en su ciudad.
Un portavoz de la embajada china en Reino Unido urgió al país a "llevarlo (a Chung) ante la justicia lo antes posible y repatriarlo a Hong Kong".
Al ser preguntado sobre si se siente a salvo, Chung afirmó que el Reino Unido no aceptará el intento de Hong Kong de pintarlo como un criminal.
"Creo que el gobierno británico no aceptará cómo ha implementado el gobierno chino la ley de seguridad nacional en Hong Kong para reprimir a los hongkoneses", afirmó.
Por la independencia de Hong Kong
En 2016, Chung estaba en secundaria cuando creó el grupo "Localismo Estudiantil", que defendía la independencia de Hong Kong, y repartía panfletos en su escuela.
La separación de Hong Kong de China, una línea roja para Pekín, era entonces una posición minoritaria en la excolonia británica, aunque los llamados a un gobierno autónomo se volvieron más fuertes durante las grandes manifestaciones pro-democracia de 2019.
Localismo Estudiantil desapareció en 2020, poco después de que China anunciase la imposición de la ley de seguridad nacional en Hong Kong.
Chung fue detenido por "secesión" en virtud de esa ley en julio de 2020 y fue liberado bajo fianza. Tres meses después, fue arrestado de nuevo cerca del consulado estadounidense de Hong Kong.
El joven confirmó a AFP que en ese momento intentaba pedir asilo pero la policía de Hong Kong lo interceptó.
Posteriormente, se declaró culpable de secesión y fue sentenciado a tres años y medio de cárcel.
Desde su celda asistió al inicio del programa hongkonés de "desradicalización" de internos, consistente en la proyección de películas patrióticas, charlas sobre historia de China y presentaciones culturales.
"Nos daban charlas con tono lastimero, decían que habíamos sido explotados, comprados por los estadounidenses para frenar el desarrollo de China", contó Chung.
Sin embargo, aseguró a AFP que su convicción sobre la independencia hongkonesa es "inquebrantable".
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Libertad controlada
Chung afirma que pudo salir anticipadamente en junio tras aceptar los límites estrictos de movimiento, discurso y empleo dictados por las autoridades carcelarias.
Otra fuente de tensión fue la policía de seguridad nacional de Hong Kong, que le pagaba por información sobre gente de su círculo.
"Nunca me dieron opción, simplemente dijeron que esto ocurriría", comentó.
"Solo podía acomodarme a ellos y dejarlos creer que cumplía con su idea de rehabilitación".
Consultada al respecto, la policía de Hong Kong afirmó que "efectivamente, ha recogido inteligencia (...) mediante varios canales, medios e individuos".
Pero, cuando la policía de seguridad nacional sugirió llevarlo de viaje a China continental, se acabó convenciendo de que debía irse de Hong Kong.
"No puedo especular sobre lo que querían. Lo que puedo decir es que sentí una amenaza muy cercana", expresó.
La policía descartó el viaje cuando él dijo que no quería ir, pero Chung creyó que en el futuro podría ser más difícil rechazar tales peticiones.
Huir a Reino Unido parecía algo "irreal" hasta que el avión aterrizó y los oficiales migratorios británicos colocaron unas etiquetas de plástico en su equipaje, una práctica normal para solicitantes de asilo, según le dijeron.
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Chung no se refirió a sus planes futuros, limitándose a decir que espera "seguir contribuyendo" a Hong Kong.
"Llevaba mucho tiempo pensando en la posibilidad de ser encarcelado y de verme obligado a abandonar Hong Kong", declaró.
"Pero como ahora he tomado el camino que podría separarme de Hong Kong para siempre (...), espero poder volver algún día", apuntó.
