La artillería turca desplegada cerca de la frontera siria mató a 55 miembros del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria, informaron el domingo las agencias de prensa turcas Dogan y Anatolia.
Según estas agencias, el sábado por la noche, las fuerzas armadas turcas dispararon contra posiciones del EI al norte de la ciudad de Alepo, destruyendo asimismo tres rampas de lanzamiento de misiles y tres vehículos, si bien estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente.
Los bombardeos se producen después de que varios lanzamientos de cohetes atribuidos por Ankara al EI hayan causado varios muertos en la ciudad fronteriza de Kilis en las últimas semanas.
Desde principios de año, al menos 21 personas han muerto y los habitantes se han manifestado en varias ocasiones para reclamar mayores medidas de seguridad.
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Tras cada salva de cohetes, la artillería turca ha respondido bombardeando posiciones del EI en el norte de Siria, según el Estado Mayor. En las últimas semanas, el ejército ha desplegado refuerzos militares en esta provincia fronteriza con Siria.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, afirmó esta semana que Turquía estaba lista para enviar tropas terrestres a Siria "si era necesario". Ankara ya había mencionado la opción de una intervención terrestre en el pasado, aunque excluyendo una acción unilateral.
Turquía, que es miembro de la OTAN y de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos, parece haber reforzado sus bombardeos en suelo sirio tras una serie de atentados contra su territorio.
En estado de alerta máxima, Turquía se ha visto sacudida por una serie de atentados atribuidos al EI o relacionados con la reanudación del conflicto kurdo. El pasado domingo, un coche bomba estalló frente a una comisaría en la ciudad turca de Gaziantep, cerca de la frontera con Siria, dejando tres policías muertos y 21 heridos.
