El volcán de Fuego, ubicado en el centro de Guatemala y uno de los más activos de Centroamérica, registra este viernes (19.03.2021) hasta once erupciones por hora y la expulsión de ceniza con gases a gran altura.
Según el reporte del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), el coloso de 3.763 metros sobre el nivel del mar produce columnas de ceniza y gas que alcanzan los 4.500 y 4.800 metros de altura.
La ceniza, añadió el Insivumeh, se dispersa en dirección oeste y suroeste del cono volcánico, ubicado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, a unos 60 kilómetros de la Ciudad de Guatemala.
La institución científica precisó que debido a las explosiones se generan pulsos incandescentes de 100 a 300 metros de altura sobre el cráter y avalanchas débiles y moderadas hacia las comunidades aledañas Ceniza, Seca, Taniluya y Trinidad. En el volcán también se reportan retumbos acompañados de ondas de choque que hacen vibrar los techos y ventanas de casas de comunidades cercanas al coloso.
El 3 de junio de 2018, el volcán de Fuego registró una violenta erupción que dejó muerte y desolación en la zona. Un total de 431 guatemaltecos murieron calcinados y sepultados bajos miles de toneladas de material volcánico.
Dos más en actividad.
Además del volcán de Fuego, el volcán Pacaya y el Santiaguito también se mantienen en actividad desde hace varias semanas en Guatemala, aunque sin mayores incidentes asociados a sus erupciones.
El volcán Pacaya también mantiene este viernes alta actividad y registra fuertes explosiones con gruesas columnas de ceniza que alcanzan entre uno y dos kilómetros de altitud sobre su cráter principal, alertó el Insivumeh. Situado 2.552 metros sobre el nivel del mar, los flujos de lava del coloso alcanzan hasta los 800 metros de longitud y las estaciones sísmicas registran tremor constante por al ascenso de la magma y periodos de desgasificación, añadió la entidad.
La última gran erupción en el volcán Pacaya fue el 27 de mayo de 2010 y causó la muerte de tres personas, provocando además caída de ceniza en departamentos cercanos, incluida la Ciudad de Guatemala.
