Dueño de mascota con discapacidad acusa a guardias del Metro de Viña del Mar por negarse a abrir las puertas
Instagram - Dueño de mascota con discapacidad acusa a guardias del Metro de Viña del Mar por negarse a abrir las puertas
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Un caso ocurrido en el metro de Viña del Mar se viralizó en redes sociales, luego de que el dueño de una mascota expusiera que los guardias del recinto se negaron a facilitarle la salida por la puerta especial a su mascota, quien tiene problemas de movilidad.
La situación ocurrió luego de que intentaran salir del metro con el perrito, el cual era transportado en un carro debido a su condición física. Según relató Sebastián Zamora, los funcionarios se habrían rehusado a colaborar con abrir las puertas porque no contaba con un carnet de discapacidad que acreditara el estado del animal.

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El denunciante compartió el episodio a través de su cuenta de Instagram, detallando que su perro tiene 16 años y producto de lo mismo tiene dificultades para desplazarse debido a su avanzada edad.
“Pirata es un perrito de 16 años y por su edad, sus articulaciones en su parte trasera ya sufren de movilidad reducida y este domingo decidimos salir con él y llevarlo en su carrito. Este carrito nos ayuda un montón para que siga saliendo de paseo y quisimos aprovechar el Metro para que conociera la Quinta Vergara", comenzó contando.
"Esta era la primera vez que viajaba y como pueden ver estaba súper emocionado. Lo subimos a la estación El Sol en Quilpué y el viaje estuvo súper, incluso hubo opera en vivo en el vagón pero lamentablemente al bajarnos en la estación de Viña del Mar, el personal del metro no nos quiso abrir la puerta para que subiéramos con Pirata, porque según ellos, dijeron que como no tenía carnet de discapacidad, no se le podía abrir la puerta lateral, así que tuvimos que levantarlo para poder subirlo por el torniquete y poder pasarlo por arriba", acusó el dueño.
Ante la denuncia acumula casi 15 mil likes, muchas personas cuestionaron el actuar de los guardias, apuntando a que abrirle la puerta solo era una cuestión de voluntad.

