Joven logra que su título tenga los apellidos de sus padres adoptivos: los biológicos la abandonaron
Agencia UNO - Padres biológicos la abandonaron, pero ella creció, estudió y ahora su título tendrá los apellidos de sus padres adoptivos
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A los pocos días de nacer, Damaris fue abandonada por sus padres biológicos en el Hospital de Ovalle. Una matrona decidió hacerse cargo de ella y la incorporó a su familia, donde fue criada como una hija más.
Sin embargo, durante 23 años su certificado de nacimiento arrastró los apellidos de quienes nunca estuvieron presentes en su vida.
“No me iba a sentir cómoda al tener un título universitario con apellidos de personas que nunca han significado nada para mí”, relató la joven, que actualmente estudia Derecho, a LUN. Esa incomodidad fue el motor que la llevó a iniciar una larga batalla judicial para que se reconociera, legalmente, a quienes realmente la criaron como sus padres.
El proceso se extendió por cuatro años e implicó mucho más que un cambio de apellido: buscaba otorgar un título de paternidad plena a sus padres adoptivos.
“El cambio de apellido no modifica el derecho que tiene ella en su calidad de hija para con sus padres biológicos. Esto es cambiar el certificado de nacimiento y también involucra derechos hereditarios y todos los derechos que le otorga la calidad de hijo o hija a una persona”, explicó su abogado Bryan Véliz.
Uno de los pasos más complejos fue ubicar a los progenitores biológicos. Para ello, el Tribunal de Familia de La Serena ordenó publicar avisos en diarios regionales, pero nunca respondieron. Finalmente, la justicia dictaminó que el Registro Civil debía inscribir a Damaris con los apellidos de su familia adoptiva.
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El día de la audiencia, la joven se abrazó emocionada con su padre adoptivo, ya que su madre había fallecido en 2014. “Se habría alegrado también, hubiera estado bien emocionada, porque también luchó por tenerme a su lado”, afirmó.
Hoy, Damaris Tambaly Soto espera recibir pronto su título universitario, con el nombre que siempre debió llevar. Un triunfo judicial que representa, sobre todo, un acto de amor y gratitud hacia quienes jamás la abandonaron.
