Violencia intrafamiliar: ¿Qué debe hacer una mujer que es víctima de VIF y busca protección?

La violencia intrafamiliar (VIF) continúa siendo una de las problemáticas más graves que enfrentan las mujeres en Chile, manifestándose a través de agresiones físicas, amenazas, maltrato psicológico, económica y violencia vicaria. 

Para dimensionar esta realidad, la V Encuesta Nacional de Violencia contra las mujeres (ENVCM) 2024 incluyó a más de 11 mil mujeres mayores de 15 años, de las cuales un 20,3% declaró haber sufrido violencia física, psicológica o sexual en el último año.

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Frente a este panorama, conocer los pasos legales se hace relevante para proteger la vida e integridad de quienes sufren este tipo de maltratos. Francisca Sullivan, abogada del estudio jurídico Sullivan y Muñoz Abogadas, explica de manera práctica qué hacer, dónde acudir y qué derechos asisten a las víctimas.

¿Qué debe hacer una mujer que sufre violencia intrafamiliar?

• Denunciar violencia intrafamiliar: La denuncia puede realizarse en Carabineros, Policía de Investigaciones (PDI), Fiscalía, Tribunales de Justicia, e incluso a través de la plataforma del Poder Judicial "Trámite Fácil", utilizando el RUT y la Clave Única.
• Solicitar medidas cautelares: El Tribunal de Familia o el Juzgado de Garantía pueden decretar medidas cautelares como la prohibición de acercamiento, la expulsión del agresor del hogar común y cualquier otra que sea necesaria para resguardar a la víctima y a sus hijos.
• Buscar asesoría legal: Es fundamental contar con asesoría jurídica especializada para saber cómo enfrentar las denuncias, entender los derechos que protegen a las personas afectadas y asumir un rol activo durante todo el proceso judicial.
• Iniciar acciones judiciales para la separación: Si existe matrimonio, se puede solicitar el divorcio por culpa, fundamentado en la violencia sufrida. Si hay convivencia sin matrimonio y existen hijos en común, es importante regular judicialmente materias como el cuidado personal, la pensión de alimentos y el régimen de comunicación, entre otras.

¿Qué tipo de protección se puede solicitar ante los tribunales y cuánto tiempo tarda en obtenerse?

Francisca Sullivan afirma que al momento de realizar la denuncia, "se pueden solicitar de forma inmediata medidas cautelares, como la prohibición de acercamiento del agresor hacia la víctima, la salida del agresor del hogar común u otras que tengan por objeto resguardar la seguridad de la persona afectada".

En tanto, si los hechos constituyen delitos en contexto de VIF y se encuentran en situación de flagrancia, es decir, cuando el delito está siendo cometido en ese momento o acaba de cometerse, el agresor será detenido y puesto a disposición del Juzgado de Garantía, donde se decretarán las medidas cautelares necesarias para proteger a la víctima. En los casos en que no exista flagrancia, "el fiscal o la parte querellante podrán solicitar al tribunal, por escrito, las medidas cautelares necesarias, las que se resolverán previa formalización de la investigación", agrega la abogada del estudio jurídico Sullivan y Muñoz Abogadas.

Entre los hechos que no constituyen delito se encuentran la violencia psicológica, económica, vicaria, entre otras, siempre que se trate de situaciones aisladas. "Sin embargo, cuando este tipo de violencia se prolonga en el tiempo y se vuelve reiterada, puede configurarse el delito de maltrato habitual", aclara Francisca Sullivan.

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La violencia intrafamiliar no constituye un delito único, sino que puede manifestarse a través de diversas conductas que sí están tipificadas penalmente; como lesiones leves, menos graves, graves o gravísimas, amenazas, desacato, violación, abuso sexual, maltrato habitual, homicidio y femicidio, entre otros. Cada uno tiene penas específicas según su gravedad y las circunstancias del caso.

A la vez, los tribunales de familia pueden imponer diversas sanciones; como multas, la prohibición de porte o tenencia de armas, tratamientos psicológicos obligatorios, trabajo comunitario, mantener medidas cautelares vigentes e incluso derivar los antecedentes al Ministerio Público cuando corresponda.

Francisca Sullivan destaca que el proceso judicial en casos de VIF no siempre es rápido ni sencillo. A menudo, se convierte en una experiencia emocionalmente desgastante. "Después de presentar la denuncia, comienza una etapa compleja que implica recopilar antecedentes, asistir a audiencias y presentar pruebas", señala, enfatizando que, por lo mismo, "garantizar la protección efectiva de las denunciantes es esencial para evitar revictimización y permitir que puedan ejercer sus derechos con confianza durante todo el proceso".  

Frente a esto, resulta fundamental contar con información clara, asesoría jurídica especializada y redes de apoyo que permitan a las mujeres enfrentar estos procesos con respaldo y seguridad.