Jeannette Jara admitió que “hubo mucha frustración por no poder terminar las AFP"
La candidata presidencial del Partido Comunista (PC), Jeannette Jara, se refirió a su carrera por llegar a La Moneda, como también lo que fue su paso como ministra del Trabajo del Presidente Gabriel Boric.
En conversación con La Tercera, Jara manifestó gratitud por la labor realizada en el gobierno y tranquilidad por haber cumplido su tarea.
Sobre el proceso de proclamación como candidata, destacó que “en el PC se priorizan las ideas antes que los nombres, y mi candidatura fue parte de un debate colectivo. Como la segunda mujer candidata presidencial del PC, tras Gladys Marín, considero el proceso como algo habitual en el partido”.
Aunque su candidatura implicó disciplina, también fue motivada por la convicción de que los cambios, aunque graduales, son posibles. Reconoció que “mi rol como ministra generó ruido en el gobierno, pero la nominación respondió al momento adecuado para asumir esa responsabilidad”.
Jara enfatizó la importancia de alianzas amplias para lograr objetivos políticos y destacó la diversidad interna del PC, que “converge en un objetivo común: justicia social e igualdad”.
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Admitió que “hubo frustración por no eliminar las AFP, pero los avances requieren mayorías sociales y políticas. Entiendo esa frustración”.
Sobre su relación con Daniel Jadue, señaló que, “aunque somos compañeros de partido, no somos cercanos”.
Respecto a las críticas internas, defendió la unidad en torno a las decisiones mayoritarias y la necesidad de adaptarse a los cambios en política.
Si bien Jara considera virtuosa la incorporación del Socialismo Democrático, destacando “su aporte en la construcción de mayorías y su experiencia complementaria al Frente Amplio”. Aunque reconoce diferencias y tensiones, las ve como parte natural de la política.
Respecto a su postura como candidata, Jara afirma que “no cambiará significativamente en comparación con su rol como ministra”.
A sus 50 años, se siente consistente con sus principios y destaca su lealtad en gobiernos anteriores, aunque admite que le habría gustado profundizar algunos cambios.
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Sobre la posibilidad de que una comunista llegue a la Presidencia, Jara defiende que “no debería cuestionarse más que otras candidaturas”, y señala que el anticomunismo ha disminuido, aunque persiste en periodos electorales.
La exministra valora su origen popular como un activo frente a otros candidatos provenientes de sectores tradicionales. Cree que es hora de que los sectores populares lideren el país, aportando una conexión genuina con las mayorías ausentes en la política chilena.
Sobre la competencia con Carolina Tohá, Jara la considera interesante y entretenida, destacando puntos en común y diferencias inevitables entre ambas exministras.
Destaca los avances en seguridad durante el gobierno, aunque reconoce que “aún falta invertir en inteligencia policial, resguardo de espacios públicos y más carabineros, especialmente en sectores populares”.
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Sobre su candidatura, aclara que “no representa al gobierno de Boric ni al PC, sino una propuesta de gobernabilidad que combine transformaciones, crecimiento económico con trabajo decente y cambios estructurales como el fin de las AFP”.
Consultada por un nuevo proceso constituyente, Jara no lo descarta, pero prioriza “las urgencias del país” y frente a los temores sobre un sistema estatista, asegura que “mi experiencia y diálogo con empresarios respaldan su enfoque de equidad y salarios dignos”. En seguridad, plantea medidas realistas y critica propuestas simplistas como "mano dura" o “muros fronterizos”.
En cuanto al estado de excepción en La Araucanía, propone desescalarlo gradualmente, destacando que “no puede ser la norma”.
Finalmente, la exautoridad valoró la alianza público-privada, “siempre que respete derechos y precios justos, especialmente en servicios básicos”.
