Una dura crítica lanzó este martes el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, al nuevo agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza.
El vicepresidente atribuyó a "problemas internos al interior de Chile" la salida del anterior agente Felipe Bulnes, y a que mientras Bolivia tiene una “iniciativa muy sólida, impecable, muy firme, y quien comienza a mostrar problemas, quien se tropieza a cada rato y tiene que ir corrigiendo sobre la marcha no somos nosotros, es el gobierno de Chile".
Quien tiene que resolver sus contradicciones es el señor Insulza, que dirigió una institución que le dio un mandato de viabilizar el diálogo y una salida soberana y ahora está en una posición de oponerse a todo lo que la OEA definió. Cómo vivirá ese desgarramiento profesional, espiritual, moral.
En este contexto García Linera acusó "contradicciones" que a su juicio enfrentará el agente José Miguel Insulza, debido a la labor que desempeñó durante una década como secretario general de la OEA.
"Entre esas contradicciones que va a seguir enfrentado el gobierno de Chile y su defensa, cómo hacer conciliar la decisión que tomó la OEA aquí en Bolivia el año 1979 y el año 1983 confirma del gobierno chileno de dialogar en torno a una salida soberana al océano pacífico. Eso es parte de la documentación oficial de la OEA, de la que el señor Insulza fue su presidente y en que el señor Insulza juró defender, acatar y poner en práctica", sostuvo.
García Linera continuó diciendo que "ahora resulta que (Insulza) tiene otra función, tiene que hacer totalmente lo contrario a lo que la resolución de la OEA del año 1979 y 1983 decía. Entonces en las contradicciones es él, no es el gobierno. El gobierno tiene un sólo pensamiento, posición y una sola línea".
Esto reafirma la solidez donde estamos nosotros ubicados y la fragilidad histórica, los argumentos deleznables en la que se está atrincherando el gobierno de Chile. Pero respetamos lo que suceda allí adentro.
"Quien tiene que resolver sus contradicciones es el señor Insulza, que dirigió una institución que le dio un mandato de viabilizar el diálogo y una salida soberana y ahora está en una posición de oponerse a todo lo que la OEA definió el año 79 y 83. Cómo vivirá ese desgarramiento profesional, espiritual, moral. Ese es un problema del señor Insulza", manifestó.
Según García Linera, es Insulza quien "tiene que explicar qué se siente haber dirigido una institución que le dijo 'haga A' y ahora dirigir otra institución que le dice 'diga menos A', todo lo contrario.".
La resolución a la que hace mención el vicepresidente es la 426, del año 1979, donde se sostiene que la salida al mar es un asunto “de interés hemisférico” e insta a tomar negociaciones “encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico”.
"Qué sentirá él y qué otros problemas deberá enfrentar. Lo que está claro es que la estrategia chilena está envuelta en contradicciones, que cada vez se agrandan más, en conflictos que se agrandan más. Porque se aferra no a la justicia, sino que a la falsedad, a la imposición y al abuso", remarcó.
Por otro lado, García Linera dijo: "Ya no voy a repetir lo que dijo el año 2010 cuando también se comprometió con asumir apoyo. Al Presidente Evo le dijo que voy a asumir el apoyo para encausar esta demanda del gobierno de Bolivia, y ahora tiene que estar del otro lado".
