Actualmente el país cuenta con unos 3.400 automóviles eléctricos repartidos entre el uso de particulares y comerciales, siendo un ejemplo entre la región latinoamericana. Sin embargo, su incremento acelerado podría generar un colapso al no contar con una estrategia de crecimiento adecuada.
El uso de energías renovables y limpias se transformó en necesidad para miles de personas que, si bien aún está en proceso de masificación, cada vez gana más adeptos. Chile ha logrado posicionarse como un gran ejemplo en electromovilidad pública a nivel mundial con su flota de buses eléctricos, siendo solo superado por China en la actualidad.
En el país existen cerca de 3.400 vehículos eléctricos repartidos entre uso personal, Chile se posiciona como el cuarto país de Sudamérica con mayor cantidad de autos particulares, superados solamente por Brasil, México y Colombia.
¿Estamos realmente preparados para aumentar el parque automotriz de automóviles eléctricos?
Según datos de la plataforma de mapeo de puntos de carga para autos eléctricos, EVSY, Chile cuenta con más de 760 puntos (alrededor de 360 ubicaciones) de carga repartidos de norte a sur. “La RM cuenta con cerca de 219 ubicaciones, seguido por Valparaíso con 30 y el resto repartido en Antofagasta, O'Higgins, Maule, Biobío, Araucanía y Los Lagos con entre 10 a 15 lugares para cargar autos eléctricos por región”, señala el CEO de EVSY, Pablo Maturana.
"A pesar de ser el tercer país con más puntos de carga pública del continente, de haber un incremento explosivo en el uso de autos eléctricos como el que se proyecta, Chile deberá reaccionar rápido con políticas públicas e inversión de privados para evitar un colapso, aún más sabiendo que no todos los cargadores son compatibles con todos los vehículos", cierra Maturana.
Los precios de los autos eléctricos aún siguen siendo elevados, pero su ahorro de casi 3 millones de pesos anuales en combustión carga la balanza a la hora de decidir.
Ahora bien, según estimaciones de Enel X, para el 2030 Chile contará con más de 80 mil vehículos particulares eléctricos circulando por las calles del país, lo que indica la necesidad de seguir robusteciendo la infraestructura de la movilidad del futuro.
