Espectáculos

Florinda Meza revela la última gran enfermedad de Chespirito y confiesa: "Estoy sobreviviendo"

Florinda Meza revela la última gran enfermedad de Chespirito y confiesa: "Estoy sobreviviendo"
T13
Compartir
En un programa de TV Azteca, la comediante dio a conocer que Roberto Gómez Bolaños padecía de parkinson y que actualmente ella está aprendiendo a vivir de otra manera, ahora sin él.

A más de nueve meses de la muerte de Roberto Gómez Bolaños, ocurrida el 28 de noviembre de 2014, su viuda, Florinda Meza, asistió al programa "Ventaneando", de TV Azteca, para hablar de su estado actual y los últimos meses de vida de Chespirito.

Dentro de los dichos que llamaron la atención de la intérprete de "Doña Florinda", destacó su confesión acerca de los cambios de ánimo que tuvo el actor en el último tiempo: "un hombre tan bueno, tan tolerante, tan indulgente, tan decente, ¿cómo de pronto se ponía violento conmigo y me decía cosas horribles? No lo podía creer".

Meza aclaró que estos cambios de ánimo se debían a una enfermedad que se le había detectado, "tenía un parkinson muy tardío que aceleró todo el resto de sus problemas. Es muy doloroso como, día a día, tu pareja se iba deteriorando y no puedes hacer nada, absolutamente nada".

Florinda declaró que "yo tenía mucho miedo. La verdad es que he vivido en el pánico. No sé cómo lo he aguantado. Un verdadero pánico los últimos tres años. Pánico a eso, que alguien me dijo de pronto, ‘¿qué vas a hacer con tu vida cuando fallezca Roberto, con tu tiempo y con tu vida?"... y estoy aprendiendo a vivir de otra manera. Estoy sobreviviendo, digamos".

En relación a cómo pudieron ambos visualizar la muerte de él, la mujer de Chespirito contó que "no quería oírlo (sobre la muerte). Nosotros hablábamos de muerte y nos reíamos de ella, nos mofábamos de ella, cuando la muerte estaba muy lejana, cuando trabajábamos, cuando estábamos en activo. Pero cuando sabes que la muerte está cerca, yo no quería hablar de eso, y él me decía a mí ‘bonita, es lógico, tengo que morir antes que tú, soy veinte años mayor. Es necesario’", agregando que "cuando dijo que quería hacer un testamento, yo me sentía muy mal. No sabía ni a quién llamar. Me dice, ‘¿y cómo que a quién? ¿Y mi amigo Juan? Nuestro amigo de Cancún que es notario'. ‘Llámalo tú que yo no le hablo ¿Por qué hacer un testamento si no te vas a morir?’. Me tapaba los oídos y le decía, igual que en El Chavo, ‘¡no oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado!’… No quería oírlo hablar de muerte”.

Señal T13 En Vivo
Etiquetas de esta nota