Sarah Turney, una famosa influencer de redes sociales, utilizó sus cuentas para más que subir fotografías de ella, o bailes que puedan ser tendencias virales.
La joven llevó a cabo una intensa investigación, aprovechando la gran cantidad de seguidores que tiene, más de 36 mil en Instagram, y más de un millón en TikTok, para dar con el paradero del culpable en la desaparición de su hermana mayor, Alissa Turney.
La desaparición de Alissa se registró en 2001 cuando su padrastro, Michael Turney, la recogió en la escuela secundaria Paradise Valley de Phoenix, en Arizona, para llevarla a comer. Luego eso nunca más se supo de ella, ni se encontró su cuerpo.
El hombre era el encargado de cuidar de ella y de Sarah, de quien es padre biológico, puesto que la madre de ambas murió de cáncer.
Si bien el padre de Sarah pasó siente años en prisión al ser el principal sospechoso del caso, posteriormente fue dejado en libertad por no tener las pruebas suficientes para mantenerlo tras las rejas, sumado a que nunca se encontró el cuerpo de Alissa.
Así fue como en agosto de 2020, luego de una intensa investigación y difusión del caso por redes sociales, donde llenó de afiches sus cuentas y creó un podcast donde entregó detalles de lo sucedido, la justicia decidió reabrir el caso e investigar al sospechoso.
Con esto se logró que las autoridades emitieran una orden de cateo en la residencia de Turney, encontrando audios y videos que confirmaban el acoso que realizaba contra su hijastra.
Después de 10 años el hombre enfrentará cargos por asesinato en segundo grado.
