El "Gigantopithecus", un simio gigante con aires de King Kong, desapareció de la superficie de la Tierra hace un millón de años debido a su incapacidad para adaptarse a los cambios ambientales, según un estudio científico.
Midiendo de dos a tres metros de altura y con un peso estimado de 200 a 500 kilos, esta especie extinta sin duda seguirá siendo el mono más grande de la historia.
Los restos del Gigantopithecus disponibles actualmente se limitan a cuatro mandíbulas inferiores y "cientos, quizás miles de dientes sueltos", sin embargo, los investigadores tienen poca información sobre este primate de tamaño “monstruo”.
"Es claramente insuficiente como para saber si el animal era bípedo o cuadrúpedo o incluso imaginar sus proporciones", dijo a la agencia AFP Hervé Bocherens, del Centro de la Evolución Senckenberg y paleo-ambiente (Alemania), co-autor de un estudio publicado en el sitio de la revista Quaternary International.
Con un equipo internacional de investigadores, Hervé Bocherens estudió el esmalte de los dientes descubriendo que el Gigantopithecus vivía confinado en los bosques.
Los primeros dientes fueron encontrados en 1930 entre los "dientes de dragón" que se vendían como remedio en las farmacias chinas.
"Nuestros resultados indican que estos grandes simios vivían sólo en los bosques, obteniendo de ahí su alimento", dijo Hervé Bocherens, agregando que eran vegetarianos.
Para los investigadores, el tamaño de Gigantopithecus y su hábitat limitado llevaron a su extinción.
Los familiares actuales de este gran simio, como el orangután, todavía viven en los bosques. Sin embargo, ellos tienen un metabolismo lento y pueden sobrevivir con poca comida.
"Debido a su tamaño, el Gigantopithecus necesitaba de una mayor cantidad de alimento", dijo el investigador.
“En el Pleistoceno muchas áreas forestales se convirtieron en pasto, disminuyendo las opciones de alimento para el simio gigante", dijo Hervé Bocherens.
