Santiago fue fundada a los pies de un cerro: Ex Huelén, actual Santa Lucía. Para una capital como esta, donde los índices de contaminación atmosférica son altos, donde se concentra la mayor cantidad de población del país y la expansión urbana es creciente, los cerros están comenzando a dejar de ser un pulmón verde, convirtiéndose en planicies de alturas llenas de casas, edificios y centros comerciales.

Pero existen en el Gran Santiago, un total de 26 colinas que en conjunto suman más 6 mil hectáreas, equivalentes a diez veces la superficie del Cerro San Cristóbal. Estos, han sido denominados como "cerros islas". Del total, 15 de ellos pertenecen a privados y 9 conforman espacios públicos.

La lista la conforman el Cerro Loma Larga (Lo Barnechea), El Manzano (Lo Barnechea), Cerro del Medio (Lo Barnechea), Cerro Dieciocho (Lo Barnechea), Cerro Alvarado (Lo Barnechea-Vitacura), Cerro Rinconada (Huechuraba), Cerro Calán (Las Condes), Cerro Los Piques (Las Condes), Cerro Apoquindo (Las Condes), Cerro San Luis (Las Condes), Cerro Blanco (Recoleta), Cerro Renca (Renca-Quilicura), Cerro Navia (Cerro Navia), Cerro Amapola (Pudahuel-Maipú), Cerro Santa Lucía (Santiago), Cerro San Cristóbal (Providencia-Recoleta), Cerro Jardín Alto (La Florida), Cerro Alvarado (Puente Alto), Cerro La Ballena (Puente Alto), Cerro Hasbún (San Bernardo), Cerro Adasme (San Bernardo), Cerro Los Morros (San Bernardo), Cerro Las Cabras de San Miguel (Puente Alto) , Cerro La Ballena (Las Viscachas), Cerro Chena (San Bernardo-Calera de Tango) y Cerro Negro (San Bernardo).

Para comprender la urgencia y noción del por qué se requiere proteger este tipo de superficies, se debe considerar por ejemplo que la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda la existencia de 9m2/habitante como mínimo, y nuestro país está muy por debajo de esa cifra con 4,1 m2 por persona en promedio. La mantención de estos pulmones verdes en la capital, podría colaborar incluso a conseguir estos estándares internacionales.

Proteger los espacios 

Fue en 1994, cuando el Plan Regulador de la Región Metropolitana incorporaó un sistema intercomunal de áreas verdes en su proyección. En éste se consideraron parques, plazas públicas, y los centros deportivos para los cuales se han integrado áreas de conservación del entorno natural y también aquellas con unos alrededores de valor natural.

Diez años después –en 2004-, se promulgó la Ley 19.939, que modifica el artículo 59 de la ley general de Urbanismo y Construcciones, con el objetivo de establecer la caducidad de la declaratoria de utilidad pública contenida en los Planes Reguladores. Esta acción, significó la desafección las Áreas Verdes, lo que por tanto permite que las inmobiliarias puedan edificar en los cerros islas.

Pero en 2010, “la norma caducó, porque la el Seremi de Vivienda del gobierno de Sebastián Piñera, Marisol Rojas Schwemmer, no emitió la resolución que permitía renovarla”, explicó a T13.Cl el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara.

En medio de este escenario, “ingresó un proyecto de Ley en 2013 para poder devolver a los Cerros Islas, su perfil de “pulmones verdes”, y que sean valorados para ello”, comentó Guevara.

“Hacemos un llamado al Senado, porque es una normativa necesaria para que el Gran Santiago pueda contar con estas áreas, evitando que se llenen de casas y edificios”, argumentó el alcalde.

La campaña 

Desde la Municipalidad de Lo Barnechea, diferentes comunidades han comenzado a reunirse para pedir al gobierno y los senadores, que estos cerros islas sean considerados y protegidos, tomándose en cuenta como un pulmón verde fundamental para el Gran Santiago.

“Nos hemos contactado con los alcaldes Francisco de La Maza (Las Condes), Mario Olavarría (Colina), la alcaldesa Carolina Leitao (Peñalolén), entre otros, para educar también a la población al respecto y que las personas sepan que estos sitios existen”, agregó.

Se creó además la campaña Alerta Verde, donde se grafica la importancia de estas zonas, para la capital.

Por otro lado, existe un movimiento activo “Santiago Cerros Islas”, organización sin fines de lucro, donde especialistas en la materia (la mayoría arquitectos), han diseñado una estrategia de generación de áreas verdes ejecutable en cerros que abarque tres aspectos.

Por una parte, una alianza público y privada con el fin de inyectar recursos en terrenos tanto públicos como privados, luego involucrar activamente a la comunidad en el diseño, construcción y mantención de los proyectos, generando mayores instancias de apropiación. Además, proponen implementar diseño paisajístico xerófito, con especies nativas de bajo consumo hídrico propias del clima Mediterráneo, que no requieran excesiva mantención.

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