Según consignó El Mercurio, hace poco más de dos décadas en 1992, Santiago contaba con 50.191 hectáreas de superficie, según un análisis realizado por el Instituto de Estados Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica, las 20 mil hectáreas adicionales que sumó hasta 2012 se generaron a costa de los suelos agrícolas ubicados en el sector sur y a partir de terrenos del área norte.

Según un informe realizado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), del ministerio de Agricultura en el gobierno anterior, la mayoría de estas hectáreas eran agrícolas.

El fenómeno anterior tiene una directa relación con las conclusiones de un estudio realizado por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cadeus), que a partir de fotografías satelitales, el anpalisis arroja que entre 1987 y 2011, Santiago perdió alrededor del 20% de su cobertura vegetal.

En conversaciones con el mismo medio, el investigador y biólogo de la Universidad de Chile, Francisco de la Barrera, esta reducción se produce principalmente por el efecto del crecimiento urbano y de la sequía. "Dentro de la ciudad, la disminución más fuerte se produjo en núcleos urbanos consolidados antes de los 80".

A lo anterior agregó que por ejemplo "en áreas verdes mal mantenidas o deterioradas, o en el caso de casas que tenían jardín donde construyeron edificios sin áreas verdes. En la periferia, el crecimiento de la ciudad consumió terrenos agrícolas".

La jeda de la división de Recursos Naturales y Biodiversidad del ministerio del Medio Ambiente, Alejandra Figueroa, declaró a El Mercurio que concuerda con este análisis, "la reducción de la cubierta vegetal, en particular de especies nativas, tiene directa relación con el cambio de uso del suelo".

Para contrarrestar la pérdida de áreas verdes, el gobierno está ejecutando un plan de construcción de 34 parques urbanos que totalizan más de tres millones de m2 de áreas verdes. De ellos cuatro se instalarán en la Región Metropolitana y uno en La Serena. 

Publicidad