La "verdeamarela", la conocida camiseta de la selección de Brasil, luce este sábado una franja negra.

Aldyr García Schlee, el hombre que la diseñó, murió en la noche del viernes a los 83 años causa del cáncer, según informaron sus familiares.

El diseñador, periodista y escritor, tenía apenas 18 años cuando presentó su diseño a un concurso nacional que se convocó después del traumatizante "Maracanazo", la derrota en casa del Mundial de Fútbol de 1950.

"Tenía que ser amarilla"

Hasta que perdió esa final de copa contra Uruguay, la selección nacional solía vestir de blanco.

El shock y sorpresa de la derrota causaron un crisis de identidad nacional.

Las autoridades decidieron que había que crear un nuevo uniforme y lanzaron la competencia a nivel nacional en 1953.

El único requisito era que debería llevar los cuatro colores de la bandera nacional (verde, amarillo, azul y blanco) para infundir un sentido de orgullo y pasión en los jugadores.

La competencia fue ganada por García Schlee, que trabajaba como ilustrador de un diario de provincia en el sureño estado de Río Grande do Sul.

Esbozó unas 100 combinaciones diferentes de colores.

"Al final me di cuenta de que la camiseta tenía que ser amarilla", dijo García Schlee.

"Hacían buen juego con el azul y las medias podían ser blancas, con el verde bordeando el cuello".

El ganador

Su premio fue un pasaje de avión a Río de Janeiro, que en ese entonces era la capital de Brasil.

El nuevo uniforme se visitó por primera vez en un amistoso en 1954 y luego ese año en el Mundial de Suiza.

"Pensé que reemplazarían el uniforme una vez más, cuando Brasil fue eliminado", comentó.

Brasil ganaría su primera Copa Mundial en Suecia, cuatro años más tarde, con Pelé y Garrincha, inmortalizando así la camiseta diseñada por García Schlee.

Irónicamente, Garcia Schlee nació cerca de la frontera y fue hincha de la selección uruguaya durante toda su vida, incluido el histórico partido de 1950 que vio a Uruguay coronarse campeón mundial por segunda vez.

Y, por coincidencia, murió el mismo día en que las selecciones nacionales de Brasil y Uruguay se enfrentaron en un amistoso en Londres, este 16 de noviembre.

Antes del encuentro, que Brasil ganó 1 a 0, se leyó una breve elegía en el estadio y los jugadores de ambos equipos observaron un minuto de silencio.

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