Fue castigada y cumplió su sanción, pero el regreso de Mara Sharapova al tenis está levantando ronchas entre las jugadoras del circuito profesional.

La tenista rusa debutará este miércoles contra la italiana Roberta Vinci en el Abierto de Stuttgart tras recibir una invitación especial por parte de los organizadores del torneo alemán, que distribuyeron el cuadro de partidos meticulosamente para que Sharapova pudiera regresar el día en que finaliza la sanción de 15 meses que recibió el año pasado por dopaje.

Esta decisión ha sido criticada fuertemente por varias de las principales tenistas del ránking, que consideran que no se deberían utilizar este tipo de invitaciones para personas que han sido castigadas por consumir sustancias prohibidas.

Las invitaciones, o wildcards como se conocen en inglés, son una práctica habitual en el tenis y se suele utilizar para facilitar el regreso de jugadores que estuvieron ausentes por lesión, cuando hay tenistas que se ven obligados a modificar su calendario de partidos o para jóvenes promesas del deporte.

Es por eso que consideran que dárselo a Sharapova es una "falta de respeto", como expresó la exnúmero uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki.

La alemana Angelique Kerber y la polaca Agnieszka Radwanska son otras jugadoras que han expresado su malestar e incluso tenistas del circuito masculino, como el británico Andy Murray y el francés Jo-Wilfried Tsonga, se han sumado a la polémica.

"No estoy de acuerdo con la invitación aquí y con las invitaciones en Roma y en otros torneos", opinó la italiana Vinci, quien no le pudo ganar un set en la dos veces que se enfrentó a Sharapova.

"Ella cometió sus errores, eso es seguro, pero pagó y creo que puede volver a jugar, pero sin las invitaciones", agregó la finalista del Abierto de Estados Unidos en 2016 y actual número 36 del ránking.

Por trayectoria

Sharapova, quien cumplió 30 años el pasado 19 de abril, fue castigada con dos años de suspensión en 2016 después de haber dado positivo por meldonium durante su participación en el Abierto de Australia.

La tenista apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que redujo el castigo a 15 meses.

Durante su ausencia, la exnúmero uno del mundo y ganadora de cinco torneos de Grand Slam perdió todos sus puntos y no está clasificada por la Asociación de Tenistas Profesionales (WTA, por sus sigla en inglés), por lo que debería jugar las fases de clasificación para poder estar en el cuadro principal de los torneos.

Además de Stuttgart, torneo que es patrocinado por la misma marca de automóviles que promociona a la tenista rusa, Sharapova también recibió invitaciones de los abiertos de Roma y Madrid, aunque todavía falta saber qué pasará con los torneos Grand Slam que se avecinan.

Los organizadores de Roland Garros, que comenzará el próximo 22 de mayo, y de Wimbledon, el 3 de julio, todavía no se han pronunciado, aunque una opción que barajan, si no logra sumar los puntos necesarios para entrar el cuadro principal, es invitarla a jugar la clasificación previa.

Sharapova quedó campeona en París en 2012 y 2014, y en Londres en 2004.

Para su representante, Max Eisenbud, la reacción que ha habido en el circuito busca evitar la presencia de la tenista rusa en Francia porque será la última oportunidad para muchas jugadoras "de ganar un Slam".

Sin embargo no todos ven con malos ojos el regreso de quien fuera la número cuatro del mundo cuando recibió la sanción.

Venus Williams considera que ya cumplió con su castigo y que se la ha extrañado en el circuito profesional, mientras que la rumana Simona Halep asegura que no entiende la controversia.

"Puede recibir invitaciones porque fue la número uno del mundo y ha sido campeona de Grand Slam", dijo resaltando la contribución de la jugadora rusa en la promoción del tenis femenino.

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