Bolivia conoció este jueves a sus rivales en el repechaje para el Mundial de 2026, soñando con concretar su cuarta participación en una Copa del Mundo.

La Verde enfrentará una semifinal ante Surinam y, en caso de ganar, una final contra Irak.

La escuadra altiplánica, que participó en los Mundiales de 1930 y 1950 sin necesidad de clasificar, sólo ha disputado una edición a través del proceso de clasificación: fue precisamente en Estados Unidos, en 1994, cuando la selección estaba dirigida por el recientemente fallecido entrenador español Xabier Azkargorta.

Pero aquel plantel de Bolivia también tuvo una figura descollante: Marco Antonio Etcheverry, el "Diablo".

El "10" fue pieza en el equipo que consiguió una clasificación histórica, con victorias ante Brasil y Uruguay en La Paz. Lamentablemente, su participación en el Mundial de Estados Unidos 1994 no fue la esperada.

Con una dura lesión en la rodilla, no fue titular en el debut ante Alemania, pero a pesar de estar lejos de su mejor versión ingresó al campo de juego. Sólo disputó dos minutos, pues un encontrón con Lotthar Mattahus significó su expulsión.

En sus mejores días el "Diablo" Etcheverry también vistió la camiseta de Colo-Colo, único club al que defendió en el fútbol chileno. Primero entre 1993 y 1994 y luego un breve paso en 1995, tras una corta estadía en América de Cali.

Con los albos el centrocampista boliviano ganó un torneo de Primera División (1993) y una Copa Chile (1994).

El presente del "Diablo", la gran figura que llevó a Bolivia a su último Mundial

Tras varios años sin estar vinculado con el fútbol boliviano, el "Diablo" Etcheverry aceptó en octubre pasado la oferta de Oriente Petrolero para convertirse en el nuevo gerente deportivo del club.

De esta manera, el exfutbolista y entrenador pone en práctica su proyecto deportivo en el conjunto "albiverde", del cual declaró ser hincha y fanático desde niño.

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