Histriónico, extrovertido, cercano a los jugadores y dueño de un estilo particular. Así definen en la interna de la selección a Alejandro Richino, el nuevo centro de atención en las prácticas de "La Roja".

Mueve los brazos, gesticula y participa de todos los trabajos con los jugadores. Motivador por excelencia, en poco más de tres meses el "Loco" se ganó el afecto de un plantel, en ese sentido, muy exigente.

Trabajos cortos pero muy intensos que incluyen juegos. Lúdico en su metodología, algo fundamental en el cuerpo técnico de Juan Antonio Pizzi.

Los detalles sobre el trabajo de Richino en "La Roja", en el informe de Felipe Espina.

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