Hace algunos días se viralizó en redes sociales el registro de un jugador de Palmeiras llorando luego de ser víctima de gestos racistas en la Copa Libertadores Sub 20. Esta situación escaló y en Brasil amenazaron con ir a jugar a la Concacaf.
Y es que desde Conmebol solo ejercieron una multa económica de 50.000 dólares contra Cerro Porteño, pues eran hinchas de su club que se burlaron del jugador de 18 años.
Esta medida fue tomada como una burla por la presidenta del cuadro "verdão", Leila Pereira, quien manifestó su enojo diciendo: "Si Conmebol no respeta el fútbol brasileño, debemos pensar en unirnos a Concacaf, que nos conviene más económicamente".
"Por retrasos en el inicio de los partidos hay una multa de 100.000 dólares. Por bengalas, son 78.000 dólares. Entonces vean cómo trata la Conmebol este delito de racismo. Me pareció vergonzoso. Tanto es así que ya hemos enviado una carta a la FIFA pidiendo su intervención", advirtió en entrevista con el canal de streaming CazéTV.
"No es aceptable que Brasil, que representa el 60 por ciento de los ingresos de Conmebol, sea tratado de esta manera", continuó la dirigenta.
Esta postura también es respaldad por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) que divulgó una nota señalando: "La decisión no combate con el rigor necesario la discriminación racial ocurrida sino que, lamentablemente, incentiva la práctica de nuevos actos delictivos dada la ineficacia de las sanciones aplicadas -sobre todo a un club reincidente".