Tras una extenuante campaña junto al Real Madrid y Portugal en el Mundial de Rusia 2018, Cristiano Ronaldo disfrutó de sus vacaciones junto a su familia, esto antes de arribar a Turín para incorporarse a las filas de la Juventus por las próximas cuatro temporadas.
En ese sentido, CR7 se hospedó en el exclusivo hotel Costa Navarino, ubicado en Mesenia, al suroeste de Grecia; donde se quedó en una villa de 630 metros cuadrados con piscina, jacuzzi, spa, gimnasio, mayordomo de 24 horas y una playa privada.
La estadía por noche en ese recinto supera los 8 mil euros (cerca de 16 millones de pesos) y medios griegos han destacado un gesto que el futbolista habría tenido con el personal del resort.
Y es que, en una de las jornadas, el portugués dejó un cheque de 20 mil euros a modo de propina y solicitó que la suma se distribuyera de manera equitativa entre todos los trabajadores del recinto.
Todo supuestamente porque CR7 y su familia fueron tratados con respeto y amabilidad, por lo que quiso retribuirlo.