El “káiser” firmó un documento en el año 2000 mediante el que ofrecía prestaciones al vicepresidente de la FIFA Jack Warner. La DFB cree que podría estar relacionado con la adjudicación del Mundial Alemania 2006.

El último capítulo del affaire en torno a la adjudicación del Mundial Alemania 2006 tiene nombre y apellido: Franz Beckenbauer. Ayer (10.11.2015) se hizo público un documento fechado el 2 de julio de 2006 mediante el cual el “káiser” ofrecía prestaciones al por entonces vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf, Jack Warner. Según la Federación Alemana de Fútbol (DFB), teniendo en cuenta la fecha de dicho documento, podría estar eventualmente relacionado con la presunta compra de votos para lograr la adjudicación del Mundial de fútbol de 2006. La votación para la adjudicación tuvo lugar el 6 de julio siguiente. Descubierto por el bufete privado que investiga si la DFB pagó sobornos para lograr la organización de la Copa del Mundo, el documento –que citan los periódicos Bild y Süddeutsche Zeitung- podría implicar directamente al histórico futbolista y seleccionador alemán.

A pesar de que ninguno de los dos diarios publicó el documento en cuestión, el Süddeutsche Zeitung señala que todas las pistas conducen a Franz Beckenbauer. Lo que sí confirman ambos es la costumbre de Warner de exigir derechos televisivos y grandes cantidades de entradas para garantizar apoyo en las votaciones. Lo que hacía el exfuncionario de la FIFA con los derechos de transmisión y los boletos es de sobra conocido: revenderlos en el mercado negro.

Bild se retracta

El jefe de redacción del diario SportBild y amigo personal de Beckenbauer, Alfred Draxler, que fue uno de los primeros que defendió tanto al “káiser” como al expresidente de la DFB Wolfgang Niersbach, reconoció su perplejidad cuando le comunicaron el descubrimiento. “Siempre creí que habíamos conseguido el Mundial 2006 de forma limpia”, escribió ayer (10.11.) en la edición online del diario Bild. Además, escribió en negrita y en mayúsculas que el documento fue firmado por “mi amigo desde hace muchos años Franz Beckenbauer”.

Ante esta situación y teniendo en cuenta el perfil bajo que ha mantenido Beckenbauer desde que salió a la luz el caso, citando fuentes anónimas de la DFB, el Süddeutsche Zeitung publica que aunque reconocen que no le pueden obligar, las fuentes consultados esperan “que Beckenbauer aporte información sobre ese documento”.

Lo único que ha reconocido hasta ahora el exfutbolista es el error que cometió al aceptar reunirse con la Comisión de Finanzas de la FIFA para obtener subvenciones millonarias. En un breve comunicado pulicado hace unos días, Beckenbauer reconoció que, a pesar de que el Comité que él presidía pagó 6,7 millones de euros para obtener dichas subvenciones, no compró votos para obtener la sede del Mundial.

Futuro incierto para el “Káiser”

 “Cuando un amigo atraviesa tiempos difíciles, hay que permanecer a su lado”, dijo el también exfutbolista Karl-Heinz Rummenigge. Beckenbauer no ostenta ningún cargo oficial aparte del de presidente honorífico del Bayern Múnich. Es comentarista habitual de partidos de fútbol y suele intervenir como experto en actos relacionados con este deporte. Además, es embajador de la marca deportiva Adidas y tiene un contrato con la empresa cervecera Erdinger. Ambas empresas aún no se han pronunciado acerca de la nueva información. Si en el futuro será capaz de volver a los platós de televisión y enfrentarse a las preguntas acerca de su implicación en la adjudicación del Mundial, es algo que está por verse.

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