AFP

Javier Mascherano vestido con una americana negra y una camisa blanca, llegó cabizbajo y con rostro serio acompañado de sus dos abogados a un juzgado de Barcelona.

Su declaración ante la juez, que lo convocó a principios de este mes, apenas duró cinco minutos en los que el futbolista reconoció los delitos.

"Mascherano ha admitido los hechos, los dos delitos de fraude fiscal, por lo que no hubo interrogatorio", señaló una fuente jurídica.

La fiscalía de Barcelona acusa al internacional argentino de haber ocultado a la hacienda pública sus ingresos de derechos de imagen percibidos entre 2011 y 2012 mediante dos sociedades con sedes en la isla portuguesa de Madeira y en Estados Unidos.

Al presentar su querella contra el jugador, estimaron este fraude en torno al millón y medio de euros (1,64 millones de dólares).

El 9 de septiembre, según la misma fiscalía, Mascherano pagó al Tesoro público una regularización de 1,75 millones de euros "correspondientes a la cuota defraudada y los intereses", aunque eso no le libra de declarar ante la juez.

Ahora la juez deberá proseguir la instrucción, "que tendrá un recorrido breve tras la confesión" dijo esta fuente jurídica, y podría enviar el caso a juicio.

Sin embargo, dado que el jugador reconoció los hechos y ya regularizó su situación fiscal, "es probable que las partes puedan llegar a un acuerdo" que evitaría un juicio. 

 

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