Apenas llegó al FC Barcelona, a Arturo Vidal se le tildó como un jugador físico que no conocía por completo el estilo que se ocupa históricamente en ese club. El llamado "ADN Barça", que se basa en una salida limpia del balón y un juego asociativo constante.

"El Rey" tuvo la posibilidad de debutar como titular en la Liga Española el fin de semana pasado, cuando en un partido condicionado por la expulsión de su compañero Lenglet los catalanes rescataron un empate 2 a 2 contra el Granada. Precisamente ese partido fue el protagonista de la última columna que escribió para Sport el ex jugador Gerard López.

Con una trayectoria por equipos como Valencia, Mónaco y el Propio Barcelona, López dijo que tanto a Vidal como al mediocampista brasileño Arthur "se les notó que todavía les falta sincronización en esta demarcación tan importante para el Barça. Es una posición que hay que entender muy bien porque no es fácil y es muy exigente".

"El error de Arthur y Vidal fue estar demasiado juntos, sin comprender aún bien el rol que el Barça espera de sus interiores", explicó López sobre dos de los integrantes del centro del campo el fin de semana pasado.

El mediocampo para el Barcelona, agregó, "es una posición clave en la que hay que dar amplitud de campo para que la transición y la circulación de la pelota desde el central al delantero sea efectiva. Si los tres centrocampistas están demasiado juntos, como ocurrió contra el Girona, le das facilidades al rival porque sin hacer un gran esfuerzo, sin tener que ir mucho a banda, tiene al centro del campo controlado y, como consecuencia, el juego del Barça".

Aquí viene la parte del juego que debe aplicar Vidal para triunfar: "Si los interiores están abiertos, las defensas se abren y es entonces cuando aparecen espacios para los delanteros. Como muestra, el único peligro de la primera parte llegó cuando Leo se inventó espacios".

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