El Real Madrid derrotó por 3-1 al Liverpool en la final de la UEFA Champions League jugada en el Estadio Olímpico de Kiev.

El partido comenzó favorable para el Liverpool, que se hizo dueño de las acciones y atacó al arco defendido por Keylor Navas. Sin embargo, sus intentos no se concretaron en gol. Uno de los líderes del ataque “red” fue Mohamed Salah.

El egipcio, en una disputa con Sergio Ramos, recibió una falta por parte del defensor y, además, cayó sobre su hombro. Tal hecho lo dejó muy adolorido sobre el césped de estadio y, a la larga, motivó su salida del partido porque no pudo seguir jugando.

Tras esto, el Real Madrid tomó otro aire y empezó a manejar el balón, pero en una jugada sin mucha trascendencia, Daniel Carvajal se lesionó y debió abandonar el terreno.

Sin goles en la primera fracción y con dos cambios obligados, ambos equipos se fueron a los camarines para enfrentar el segundo tiempo; el que traería las celebraciones.

Iniciada la segunda parte del partido, el Real Madrid sostuvo su presión y generó peligro en el arco rival. Sin embargo, una mala acción del portero Loris Karius dio el primer tanto para Karim Benzema.

Posterior a eso, Sadio Mané puso el empate transitorio tras un tiro de esquina. Sin embargo, no bastó para darle la ventaja a su equipo.

Zinedine Zidane envió a la cancha a Gareth Bale, quien a los pocos minutos metió una chilena desde el punto penal y, tras unos minutos, metió un tiro potente que tuvo complicidad del arquero para que terminara dentro del pórtico.

De ahí en más el Real Madrid manejó el partido y no se complicó con los embates del rival. Haciendo historia, pues es el primer equipo en conseguir tres Champions League de manera consecutiva.

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