Poco más de un año después de recibir un cabezazo casual por parte de Gary Cahill, en un partido entre Chelsea y Hull City por la Premier League, el volante inglés Ryan Mason anunció su retiro como consecuencia de ese golpe, del cual no ha podido recuperarse y le dijeron implicaba un inmenso riesgo si quería continuar con su carrera.

La infortunada acción de ese 22 de enero de 2017, donde tras ser atendido por casi 10 minutos fue retirado en camilla y sumistrándole oxígeno, le provocó una fractura craneal.

"He trabajado sin descanso para poder volver. Desafortunadamente, no tengo otra opción que retirarme debido a los riesgos que conlleva la naturaleza de mi lesión. Estaré eternamente agradecido a todo el mundo que me ha ayudado de esta lesión que puso mi vida en peligro", explicó el jugador de 26 años a través de un comunicado.

Mason surgió de las inferiores del Tottenham y luego tuvo una larga seguidilla de préstamos a Yeovil Town, Doncaster Rovers, Millwall, Lorient y Swindon Town, donde desarrolló un nivel que le permitió defender a la selección inglesa en marzo de 2015 ante Italia y que hizo que el Hull City invirtiera en 2016 cerca de US$ 18 millones para contratarlo, la mayor contratación del club en su historia.

"Ryan ha sido atendido por numerosos neurólogos y neurocirujanos de renombre mundial que le han desaconsejado su vuelta al fútbol competitivo", informó la institución, que en esta temporada disputa el Championship, la Segunda División.

La decisión ha sido un duro traspié para el futbolista, que el 31 de diciembre pasado subía un mensaje en Twitter donde, además de mostrar la cicatriz, exponía su deseo de "volver más fuerte".

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