AFP

Lionel Messi inicia este sábado ante la debutante Islandia su recorrido en el Mundial-2018 llevando una pesada mochila cargada con tres finales perdidas y que solo se aliviarà si el 15 de julio levanta la Copa en el estadio Luzhniki de Moscú.

Mucho más relajado por haber clasificado a un Mundial tras 36 años, Perú también empieza el sábado su aventura rusa ante Dinamarca (que Canal 13 tyransmitirá desde las 12.00 del día) dos competidores por un boleto a octavos en el Grupo C, que tiene a Francia como amplio favorito y Australia, su rival en el debut, con la expectativa de dar un manotazo.

- Presión extra -

Messi está acostumbrado a lidiar con las presiones y cargarse al hombro al Barcelona y también a la albiceleste, aunque nunca al punto de que lo único válido sea llevar a Argentina a ganar su tercera Copa Mundial. 

Aún más, el goleador del Barça tiene desde la víspera una presión extra. Su enemigo íntimo, Cristiano Ronaldo, marcó una tripleta en el debut con empate 3-3 de Portugal ante España y se anotó como el cuarto jugador de la historia en marcar en cuatro Mundiales consecutivos, junto a Miroslav Klose (2002, 2006, 2010 y 2014), Uwe Seeler (1958, 1962, 1966, 1970) y Pelé (1958, 1962, 1966 y 1970). 

El público argentino, que ha llegado en multitudes a Moscú, no soportaría una cuarta frustración sucesiva, luego de que la albiceleste se quedó a las puertas en Brasil-2014 y en las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América.

La 'generación Messi', que integran Javier Mascherano, Sergio Agüero, Angel Di María y Gonzalo Higuaín, tal vez tenga la última oportunidad en Rusia de cortar la racha negativa de Argentina y la que arrastra desde hace un cuarto de siglo sin lograr título alguno.

Pero el largo camino tiene como primer escollo a la debutante Islandia, que no se amilana pese a estar frente a uno de los mejores futbolistas de la historia.

"Argentina puede ser mejor sobre el papel, pero hemos demostrado en el pasado que podemos conseguir buenos resultados ante grandes equipos", avisó el volante islandés Rurik Gislason, cuya selección sorprendió al mundo del fútbol en 2016 al llegar a cuartos de final de la Eurocopa.

- Perú, 36 años después -

Y si Islandia es debutante absoluta y sus sensaciones son las mejores, no menos exultante está Perú, que 36 años después de su última participación en un Mundial, en España-1982 cuando se apagaba la generación dorada que lideraba Teófilo Cubillas, debuta este sábado  ante Dinamarca.

El partido asoma como una final para ambos conjuntos en un grupo en el que también evoluciona Francia, uno de los favoritos para ganar el Mundial y que debería quedarse con el primer lugar de la llave.

"No estamos pensando en la segunda plaza. Queremos pasar sea como primero o como segundo, pero el primer objetivo es pasar primeros", dejó claro el delantero peruano André Carrillo.

El partido en Saransk, enfrenta a dos equipos que comparten racha de 15 juegos invictos.

"Esa es la verdad. Francia en la gran favorita (de la llave) y que nosotros y los peruanos queremos la segunda plaza, por lo que será un partido importantísimo", afirmó el DT de Dinamarca, Age Hareide.

- Cristiano 'on fire' -

Precisamente Cristiano se robó todos los flashes y elogios con su espectacular actuación en el debut contra España, en apasionante partido disputado en Sochi.

"Cuando uno tiene enfrente a un jugador como Cristiano pueden pasar estas cosas", se resignó tras el encuentro el seleccionador español, Fernando Hierro.

Como él, gran parte del planeta fútbol se rindió al talento insaciable de este competidor que devora récords y dobló, con su tripleta, su total de goles en anteriores mundiales.

"Estoy muy feliz, es una marca personal bonita, una más en mi carrera, pero para mí lo más importante es lo que hizo el equipo", afirmó Cristiano tras unirse a Klose, Seeler y Pelé.

- Uruguay, con la soga al cuello -

En el primer partido del viernes, Uruguay logró un complicado triunfo 1-0 con el último aliento y destronó a los faraones egipcios sin Mohamed Salah para cerrar la primera fecha del Grupo A, en Ekaterimburgo.

No fue Edinson Cavani ni Luis Suárez, la letal pareja de atacantes celeste, sino el defensa José María Giménez, quien anotó de cabeza al minuto 89 para doblegar la tenaz resistencia defensiva egipcia y, sobre todo, de su portero Mohamed Elshenawy, una verdadera muralla.

Salah, la estrella africana, observó desde el banquillo cómo a su equipo se le escapaba un empate que hubiera dejado bien parado a Egipto en la pelea por un boleto a octavos.

Una triste forma de celebrar su 26 aniversario.

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