Por AFP

La controvertida ex estrella del baloncesto Dennis Rodman es seguramente la única persona en el mundo que llama "amigo" tanto al presidente estadounidense Donald Trump como al líder norcoreano Kim Jong-un. 

Por lo tanto, cuando afirma que se trata de dos personalidades que son "más o menos lo mismo", tiene una base empírica para afirmarlo.

A ambos "les encanta tener el control", aseguró este martes en Beijing el ex ala pívot de los Chicago Bulls, que ha bebido vodka con Kim y trabajado con Trump en el programa de televisión "Celebrity Apprentice", del que éste lo expulsó por no saber deletrear el nombre de su esposa Melania. 

Rodman se dice convencido de que estos dos imprevisibles líderes "son más o menos lo mismo" y que las amenazas de guerra nuclear entre ambos países no son más que un inofensivo "espectáculo". "Nadie tiene el dedo sobre el botón", asegura. 

En un momento en que aumenta la tensión entre Pyongyang y Washington, este ex jugador de baloncesto de 56 años se presenta como un pacificador internacional dispuesto a mediar para alcanzar un acuerdo.

Dinámica totalmente diferente

Rodman llegó a China el lunes, tras hacer escalas en Tokio y en el territorio estadounidense de Guam. Esperaba poder organizar un viaje a Pyongyang, ciudad que ya ha visitado en cinco ocasiones, pero se vio bloqueado por una orden estadounidense que prohíbe a sus ciudadanos viajar a ese país.

Está intentando, afirma, obtener "un pase especial" de Trump para visitar Corea del Norte a principios del año que viene. Una vez allí, quiere rodar un documental y escribir un libro sobre su relación con Kim.

Rodman cree que puede "aliviar la presión en lo que concierne a la comunicación" entre Estados Unidos y Corea del Norte. 

Asegura que durante uno de sus viajes en 2013 y 2014, el líder norcoreano le pidió que transmitiera tres peticiones al gobierno de su país, y que si no lo hizo fue porque Kim le advirtió que ejercer de mediador podría representar un peligro para él.

Pero eso fue antes de que Trump llegase a la Casa Blanca. "Todo este asunto conmigo, Kim y Donald Trump, tiene ahora una dinámica totalmente diferente", afirma.

Un tipo del siglo XXI

Rodman -que llama a Kim el "mariscal" y afirma que el dictador lo apodó "amigo para siempre"- ha practicado juegos etílicos, cantado karaoke y montado a caballo con el líder norcoreano de 33 años.

Kim, fan desde hace muchos años de los Chicago Bulls, llevó al exjugador a su isla y a su estación de esquí, e incluso le permitió tomar en brazos a su bebé, algo que no ha hecho ningún otro estadounidense.

El retirado basquetbolista se refiere al líder norcoreano como "un tipo del siglo XXI", que ha tenido que soportar los efectos de decisiones tomadas por "tiranos" como su padre y su abuelo, el fundador de Corea del Norte, Kim Il-Sung.

Kim Jong-un "está en una posición en la que probablemente quiere hacer muchas cosas realmente positivas", dice. "Creo que la estructura del sistema simplemente no le permite hacerlo", afirma.

Y agrega: "Lo he visto. Lo ves feliz y, de repente, lo ves contenerse. Quiere apretar ese gatillo, quiere dejar que su pueblo tenga más libertad".

Publicidad