Golden State Warriors venció 102-110 a Cleveland Cavaliers el miércoles en el Quicken Loans Arena, en Cleveland, inclinando la final de la NBA 3-0 a su favor.

A falta de 50 segundos para que concluyera el tiempo reglamentario, el alero de los “Guerreros” Kevin Durant convirtió un triple que enmudeció al recinto, haciendo honor a su condición de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga y de las finales de la NBA.

Durant, quien dejaba el marcador momentáneamente 100-106, aseguró al término del compromiso que estaba seguro que su triple iba a entrar.

“No tenía ninguna duda, sin importar la distancia (anotó desde casi 11 metros), estaba convencido que el balón iba a entrar porque solté muy bien las manos”, dijo la estrella de los Warriors, agregando que  “tenía también toda la confianza”.

“La posesión del balón se agotaba, estaba bastante lejos, solo quería observar lo que pasaba”, explicó, detallando que “no quería penetrar más y hacer un mal tiro, caer al suelo y permitir que los Cavaliers se aprovechasen por lo que decidí pararme y buscar el triple”.

En el lado contrario, la estrella de los Cavs, LeBron James, no ocultó su frustración por la forma en que su equipo perdió, pero reconoció que Durant estuvo brillante y decisivo.

Por toda la labor que realizó hay que quitarse el sombrero, pero especialmente por el triple que nos anotó a falta de menos de un minuto y que tuvo un efecto asesino”, destacó la figura de los Cavs.

Publicidad