Tras 100 días sin fútbol, la Premier League se reanudó este miércoles con protestas antirracistas y un homenaje a las víctimas de la pandemia del nuevo coronavirus, en el país europeo más afectado por la enfermedad.

En el plano deportivo, el Manchester City derrotó por 3-0 al Arsenal e impide que el Liverpool pueda conquistar el título que lleva esperando 30 años el próximo domingo en el derbi ante el Everton.

Antes, Aston Villa y Sheffield United habían empatado sin goles en un partido que dio una idea de lo que les espera a los aficionados de la Premier League: estadios vacíos, medidas sanitarias estrictas y mucho simbolismo.

Jugadores, árbitros y técnicos pusieron una rodilla en tierra en el momento del pitido inicial, reproduciendo el gesto que se ha popularizado en el movimiento contra el racismo y la brutalidad policial que se inició en Estados Unidos y se ha extendido en todo el mundo.

Un gesto fuerte del campeonato más globalizado y seguido del planeta, con millones de seguidores en todo el mundo.

"Vergüenza" de Guardiola 

"Todos estos gestos (de solidaridad) son buenos y positivos. Se debe hacer todo lo que se pueda por hacer que la gente tome consciencia de que no es aceptable", señaló tras el partido el técnico del City Pep Guardiola, que aseguró que tiene "vergüenza" por la manera en la que los blancos han tratado a las personas negras desde hace siglos.

Más simbolismo: el delantero del City Raheem Sterling, muy comprometido en la lucha contra los prejuicios racistas y autor de uno de los goles de su equipo, estimó por su parte que "es un paso enorme hacia delante que la Premier League autorice este tipo de homenajes".

"Esto demuestra que las cosas cambian en el buen sentido", concluyó.

También antes de los partidos se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del COVID-19 y como agradecimiento al personal sanitario que ha combatido la epidemia.

Las protestas antirracistas (que incluyen el lema "Black Lives Matter" en las camisetas) y los homenajes se repetirán el próximo fin de semana, en los 10 partidos de la 30ª jornada de la Premier League, la primera que se disputará al completo tras la reanudación.

El minuto de silencio también fue un momento muy emotivo, ya que por ejemplo, Guardiola perdió a su madre por esta enfermedad, al igual que el técnico del Aston Villa Dean Smith con su padre, uno de los 42.000 fallecidos en el Reino Unido por la epidemia.

Ron Smith solía trabajar como 'steward' en los partidos del Villa Park, por lo que el club decidió colocar una de las llamativas chaquetas naranja que lleva este personal en las gradas vacías.

"Es un gesto fantástico del club", declaró Smith al canal Sky Sports. "Mi corazón está con todos aquellos que han perdido a alguien en este periodo", añadió.

Tras la reanudación del fútbol en Alemania, España e Italia, las Premier League se convierte en el cuarto gran campeonato europeo en regresar y deja a la Ligue 1 francesa como la única que no lo ha hecho.

Publicidad