En esta temporada de verano, el sol se ha convertido en un constante protagonista de varias zonas del país. Esto puede ser beneficioso si es que se pone en contexto que durante los días soleados, nuestra piel produce vitamina D, que es fundamental para la salud ósea a lo largo de todas las etapas de la vida.
Según explican desde la Clínica Alemana, la principal fuente de esta vitamina proviene de la luz solar. Nuestro cuerpo la produce cuando la piel se expone directamente a los rayos ultravioleta (UV).
Sin embargo, factores como la edad, el uso de bloqueador solar, el color de la piel y el lugar donde vivimos (latitud geográfica) pueden influir en la cantidad que logramos sintetizar. Esta vitamina también puede ser encontrada en algunos alimentos.
¿Cuáles son los beneficios de la vitamina D?
Salud ósea y muscular: Favorece la mineralización ósea y previene enfermedades como osteoporosis, osteomalacia y raquitismo. Mejora la fuerza muscular, ayudando a prevenir caídas, especialmente en personas mayores.
Sistema inmunológico y prevención de enfermedades crónicas: Algunos estudios indican que la vitamina D podría desempeñar un papel relevante en la regulación del sistema inmunológico y estar asociada con una posible disminución del riesgo de ciertos tipos de cáncer y de enfermedades como la depresión, diabetes tipo 2 y cardiovasculares.
Sin embargo, es importante que consideres que estos efectos aún no han sido completamente comprobados, y se necesita más investigación para confirmar su impacto.