Vueltas y vueltas en la cama para conciliar el sueño... Esta es una de las escenas más repetidas cuando hace calor y no tienes aire acondicionado.
Las alteraciones del estado de ánimo, principalmente la irritabilidad, así como la incapacidad para concentrarnos correctamente y la disminución del rendimiento laboral son algunas de las consecuencias de la mala calidad del sueño.
Afortunadamente, hay maneras para enfriarse y mantenerse fresco lo suficiente para que quedarte dormido.
Cuídate de tomar duchas frías cuando hace calor
Aunque parezca contradictorio, tomar una ducha muy fría no siempre es la mejor opción cuando hace calor. Según el Dr. Leonardo Serra, neurólogo de la Clínica Alemana, una ducha tibia puede ser más efectiva. Cuando te duchas con agua fría, el cuerpo se esfuerza por regular su temperatura, lo que puede terminar generando más calor. En cambio, el agua tibia ayuda a equilibrar la temperatura corporal
Hidrátate adecuadamente y en el horario correcto
Es importante mantener el cuerpo hidratado durante el día, especialmente en jornadas calurosas. Sin embargo, el Dr. Serra sugiere evitar consumir grandes cantidades de agua justo antes de dormir, ya que esto podría interrumpir tu descanso por la necesidad de levantarte al baño durante la noche. Lo ideal es distribuir la ingesta de líquidos a lo largo del día.
Controla la luz y los aparatos electrónicos
La luz de las ampolletas y el calor generado por los aparatos electrónicos también contribuyen al aumento de la temperatura en la habitación. Intenta reducir la cantidad de luces encendidas, sobre todo las de bajo consumo que emiten más calor.
Opta por ropa y sábanas de algodón
La ropa de cama y la ropa que usamos durante la noche tienen un impacto directo en la calidad del sueño. El Dr. Serra recomienda usar textiles ligeros y de materiales naturales, como el algodón, que permiten transpirar menos.
Prepara tu habitación antes de dormir
También puedes humedecer una toalla y colocarla sobre tu almohada o sábanas. El proceso de evaporación ayuda a reducir la temperatura en contacto con tu piel, favoreciendo un sueño más cómodo. Colocar un ventilador en una posición que pueda aprovechar el flujo de aire exterior una vez que la temperatura haya bajado también puede ser de gran ayuda.