El próximo 16 de noviembre de 2025 se celebrarán las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile y el extranjero, con voto obligatorio. El 18 de agosto vence el plazo para inscribir oficialmente las candidaturas ante el Servicio Electoral (Servel), fecha en que también comenzará el periodo de campaña.
En este contexto, la plataforma de análisis de datos públicos DecideChile, creada en 2013 por la empresa Unholster, publicó un estudio que revisa el gasto electoral declarado por los candidatos presidenciales en primera vuelta desde 2009. El objetivo es aportar a la discusión pública, identificar patrones de inversión en campañas y evaluar si existe relación entre gasto y resultados electorales.
El informe analizó especialmente a quienes competirán nuevamente en las presidenciales de 2025. Entre ellos, Marco Enríquez-Ominami, único candidato presente en las últimas cuatro elecciones de primera vuelta, ha reducido de manera sostenida sus gastos: pasó de $2.833 millones en 2009 a $497 millones en 2021.
En contraste, José Antonio Kast incrementó su inversión, de $934 millones en 2017 a $1.653 millones en 2021. Por su parte, Evelyn Matthei, en su única candidatura presidencial anterior en 2013, registró un gasto significativamente mayor al de sus contrincantes: $5.806 millones, ajustado a inflación.
¿Cuánto ha sido el gasto histórico de los candidatos en propaganda?
Otro aspecto clave del análisis fue la inversión en propaganda electoral.
El estudio realizó una comparativa entre la primera vuelta presidencial 2017 y 2021, instancias en que se repitieron nombres como Eduardo Artés, Marco Enríquez-Ominami, José Antonio Kast y Franco Parisi.
Según DecideChile, en 2017 los ocho candidatos en competencia, que además de los cuatro antes mencionados incluyó a, Sebastián Piñera, Alejandro Guillier, Beatriz Sánchez y Carolina Goic, destinaron en promedio el 51,8% de su gasto total a propaganda.
Sin embargo, en 2021 la proporción bajó al 38,2%, año en que los mismos cuatro se repitieron el plato, compitiendo además con Gabriel Boric, Yasna Provoste y Sebastián Sichel.
Pese a esta disminución promedio, se registraron casos más extremos: Eduardo Artés y Franco Parisi superaron el 70% de su gasto total en propaganda, un porcentaje superior al de cualquier candidato de 2017.