Las impresoras 3D son una de las mayores innovaciones de los últimos años, permitiendo crear piezas que serían muy difíciles de fabricar de otras maneras. Ahora, esta tendencia dio un paso más allá, llegando a la Estación Espacial Internacional (EEI).

En ese lugar del universo, la impresora Zero-G Printer ya ha fabricado 21 piezas de plástico, según contó Mike Chen, CEO de la empresa Made In Space, la que creó esta máquina que funciona sin la fuerza de gravedad.

Las primeras 20 partes eran prediseñadas, pero la número 21 surgió de una necesidad. "Mis colegas y yo imprimimos una manilla para una puerta que faltaba en la EEI escribiendo algunos comandos en nuestro computador en California", publicó Chen en Medium.

"Habíamos oído en la radio que Barry Wilmore dijo que necesitaban una, así que la diseñamos en CAD y la enviamos hacia arriba más rápido que cualquier cohete posible. Esta es la primera vez que mandamos un mail con una pieza al espacio", agregó Chen.

Los cinco pasos detallados por Chen son:

1. Diseñamos la pieza en CAD y la convertimos al formato de la impresora 3D, llamado G-code.

2. Lo mandamos a la NASA desde nuestra oficina en Moffett Field, California, usando un programa que combina uno propio con otro de la agencia espacial.

3. La NASA lo transmite a la Estación Espacial, a través del centro de operaciones Huntsville, el que relaciona a desarrolladores e investigadores en tierra con la carga de la EEI.

4. El código de la pieza es recibido por la impresora 3D, que está ubicada en el la caja de microgravedad "Microgravity Science Glovebox" en el laboratorio Columbus. Allí, el objeto se fabrica capa por capa.

5. El astronauta saca el objeto desde la impresora. Listo.

"Es mucho más rápido enviar datos digitales, que viajan a la velocidad de la luz, al espacio que enviar objetos físicos, los que pueden demorar meses o años en un cohete. Eso hace que tenga más sentido crear objetos 3D allá, ahora que podemos, que mandarlos", finalizó Chen.

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