Un comunero de Tirúa cuya comunidad asegura fue emboscado a principios de mes por la WAM, un pescador artesanal baleado en febrero en un crimen que la excoordinadora presidencial del Biobío dijo estaba detrás la RML y el trabajador mapuche de 69 años que murió resistiendo la toma de su camping por parte de comuneros defendidos por grupos radicales, son algunas de las víctimas fatales mapuches de violencia rural desde 2019.

Qué observar: El asesinato a balazos del trabajador forestal Segundo Catril Neculqueo, 66, cuando un grupo de encapuchados atacó este martes por la mañana el bus en que se dirigían a su faena, visibilizó a las víctimas mapuches de la denominada violencia rural en el sur.

  • Se trata de un fenómeno presente hace al menos 5 años, y que cuestiona el discurso de los grupos radicales de la Macrozona Sur de que su lucha es contra los “huincas” (extranjeros).
  • La Multigremial Araucanía, entidad que reúne a los sectores productivos de la Macrozona Sur, contabilizó 14 muertos en hechos de violencia en la Macrozona Sur en 2022, 7 de los cuales son mapuches. “La mitad son de origen mapuche, personas inocentes, personas de trabajo, que no tienen nada que ver en este conflicto”, dijo su presidente, Patricio Santibáñez. “Los actos violentos de estos grupos buscan despoblar estas regiones, expulsar a los chilenos”.
  • Un catastro de organizaciones civiles —Fundación de Víctimas de terrorismo en Arauco, Mujeres Unidas por la Paz (Muppa) y la Asociación para la Paz y la Reconciliación en La Araucanía (Apra)— registró 48 muertos entre 2009 y 2022, 17 de los cuales tenían apellidos mapuches.
  • Un cruce de información realizado por Ex-Ante, en base a las líneas de investigación desarrolladas en esas causas, arrojó que al menos 9 casos registrados desde 2019 con víctimas fatales mapuches pueden ser atribuibles a la denominada violencia rural, que contempla acciones de encapuchados, uso de armas y ataques incendiarios.
  • Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) y Weichán Auka Mapu (WAM) son 2 de los grupos radicales de la Macrozona Sur denunciados en conexión con algunos de estos hechos.
  • El martes 24, tras conocerse el baleo a Segundo Catril, la Coordinadora Arauco Malleco —el grupo radical más antiguo de la zona, cuyo primer atentado conocido ocurrió en Lumaco en 1997— emitió una declaración asegurando no tener vinculación con el hecho. Hasta el jueves por la mañana ninguna otra agrupación se había atribuido el crimen.

Quiénes son las víctimas mapuches: Cuatro víctimas fatales registradas en 2019, una en 2020 y otras 4 en 2022 incluyen el cruce de mapuches muertos por hechos atribuibles a violencia rural. En el listado no fue incluido Yordan Llempi, 23, quien murió el 3 de noviembre de 2021 durante un operativo efectuado por infantes de marina en el Biobío, que está siendo investigado por la fiscalía, la que no ha formalizado cargos.

  • Segundo Armando Catril Neculqueo, 66, nació el 2 de enero de 1956 en Quidico, una caleta de pescadores al norte de Tirúa, en la Región del Biobío. Trabajaba plantando árboles nativos en la ribera del lago Lleu Lleu, una labor que disfrutaba. Pertenecía a la comunidad Humberto Millahual de Tirúa, de la que habría sido dirigente hasta hace algunos años. Ésta había denunciado cómo los grupos radicales RML y CAM captan a jóvenes de Santiago y Concepción para unirse a sus filas. El martes por 24 por la mañana el bus en que se dirigía a su faena fue emboscado. Los tiradores dispararon a los vidrios, aparentemente, a matar. Catril recibió un tiro en la cabeza y murió esa tarde en el hospital de Temuco. El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, detalló que se usaron al menos 3 tipos de armas. “Se recuperaron vainas calibre 12, calibre 9 y también 2 vainas que corresponden al calibre 7,62, que normalmente se conoce como una munición utilizada en fusiles de guerra”, dijo.
  • Manuel Acricio Huenupil Antileo, 48, nació en 1973 en Tirúa. Pertenecía a las comunidades de Tirúa Sur y Hueñaliwen que denunciaron que el jueves 5 de mayo, cerca del mediodía, la camioneta en que viajaban miembros de la comunidad fue emboscada en las cercanías del predio Casa Piedra, en el límite entre Carahue y Tirúa. “Fueron cobardemente atacados por la espalda, con armas de fuego, los vehículos de nuestra gente, apuntando a matar. Allí cayó abatido nuestro hermano Manuel Huenupil Antileo, activo miembro de nuestros procesos reivindicativos. (Fue) atacado cobardemente por este grupo autodenominado Weychán Auka Mapu (WAM)”, dijeron en una declaración. La fiscalía comenzó a investigar el caso como un crimen común.
  • Jorge Alcaman Huenteo Marimán, 64, nació en Pichi-Pellahuen, en La Araucanía. Aparece en los registros de Sernapesca como pescador artesanal. La madrugada del 25 de febrero fue baleado desde una camioneta en movimiento, en el sector Costanera de Quidico, en Tirúa. Murió en el hospital regional de Concepción. Era tío del mecánico Edgardo Huenteo, asesinado a tiros en enero de este año. La coordinadora de la Macrozona Sur para el Biobío durante la administración pasada, Bárbara Cortés, dijo tras el crimen que “los autores en ambos homicidios estarían vinculados a la Resistencia Mapuche Lavkenche”. El presunto autor del crimen del mecánico está en prisión preventiva por homicidio, porte ilegal de armas y amenazas.
  • César Andrés Millahual Cayupe, 22, nació en 1999 en Cañete, Región del Biobío. El 18 de enero de 2022 una decena de encapuchados ingresó a la faena forestal donde Millahual operaba una máquina skidder, con aparente intención de causar un incendio, y le dispararon por la espalda, informó entonces la Policía de Investigaciones (PDI). El gerente de la Asociación de Contratistas Forestales, René Muñoz, aseguró a Radio Cooperativa que la faena estaba siendo explotada ilegalmente. La escuela rural El Río lamentó la muerte de quien fue su estudiante entre prekínder a octavo básico, dijeron.
  • Eugenio Sebastián Nain Caniumil, 24, nació en 1996 en Temuco. Se declaraba mapuche, según consignan los registros de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi). Entró a la escuela de Carabineros, donde llegó al grado de cabo segundo. También tenía un hermano Carabinero. El 30 de octubre de 2020 llegó en una patrulla a la Ruta 5, a la altura de Metrenco, en La Araucanía, ante el aviso de un bloqueo de ruta con neumáticos prendidos. En ese lugar fue baleado por un grupo de encapuchados. Murió en el Hospital de Temuco, donde fue trasladado tras recibir un tiro en el sector dorsal. Por el caso fue acusado Luis Tranamil Nahuel, para quien la fiscalía pidió 43 años de cárcel. Estaba casado y al morir dejó a niño y una niña. Fue ascendido póstumamente al grado de suboficial mayor.
  • Eleodoro Roberto Raimán Coñuel, 69, nació en 1950 en Contulmo, Región del Biobío. Dirigía un camping familiar del sector valle de Elicura donde el 28 de diciembre de 2019 llegaron entre 10 y 12 personas portando machetes, weño (o palos de madera para jugar palín o hockey mapuche) y un número no precisado de armas de fuego. Le dijeron a los nietos que se tomarían el lugar, por las buenas o las malas. Volvieron al día siguiente, y Eleodoro Raimán salió a encontrarlos. De pie frente a los atacantes, recibió un golpe de un weño en la cabeza, que lo botó. Lo siguieron golpeando en el suelo, dice la sentencia. Murió de un traumatismo encéfalo craneano. Dos de sus nietos quedaron heridos.

Ocho comuneros fueron condenados a 20 años de cárcel por el homicidio simple de Raiman y el homicidio frustrado de uno de sus nietos. Siete de ellos fueron condenados además a 300 días de presidio por lesiones menos graves. Uno de ellos fue condenado también a 4 años por tenencia ilegal de arma de fuego, de municiones y receptación, a raíz de un ilícito perpetrado en enero de 2021 en Contulmo. Los 8 han sido reivindicados por la RML como supuestos presos políticos mapuches.

  • Jorge Rodrigo Maulén Vásquez, 56, nació en 1962 en Concepción. Era un comerciante penquista, con un origen mapuche por parte paterna. El 13 de diciembre de 2018 iba manejando por la ruta P-70 con su señora cuando se encontró con una barricada y neumáticos encendidos en el sector La Herradura. Intentó sobrepasarla y recibió pedradas y tiros por parte de encapuchados. Quedó con perdigones alojados en su rostro y otras heridas, por las que estuvo internado 5 meses. Murió en mayo de 2019, pocas horas después de ser dado de alta.

  • Matías Cariqueo Loncomilla fue baleado el 5 de febrero de 2019 en Ercilla junto a su primo, José Marimán Loncomilla. Su padre, el dirigente José Cariqueo, dijo ese año a El Líbero que “mis hijos murieron acribillados porque yo acepté el desarrollo. Yo quería ver a todos mis hijos trabajando y también a mi gente de la comunidad”. Por el caso fue imputado Freddy Marileo Marileo, quien se ha descrito como “presos político mapuche” y realizado huelgas de hambre en la cárcel de Angol.

  • José Marimán Loncomilla fue el otro primo asesinado el 5 de febrero de 2019.

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