Orígenes políticos. Kenneth Giorgio Jackson Drago (36) saltó a la primera plana como uno de los rostros de las movilizaciones estudiantiles del 2011 durante el primer gobierno de Sebastián Piñera. Como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), y con solo 24 años, logró convertirse en figura pública con la demanda de “educación gratuita y de calidad”, que hizo eco en las nuevas generaciones.

Entonces forjó la alianza política y de amistad que duraría más de una década con los presidentes de Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo y Gabriel Boric. Los tres se convertirían en las voces de la renovación política, con un discurso marcado por la dura crítica a las generaciones anteriores.

Fue uno de los fundadores de Revolución Democrática, que primero como movimiento fue su plataforma política desde 2012 y se constituyó oficialmente como partido en 2016. Se le considera uno de los principales líderes de la colectividad y quien apostó por hacer política desde la institucionalidad.

De la generación de las manifestaciones, Jackson y Boric fueron de los primeros en calcular que lo que debía venir era el salto a la política representativa y no mantenerse solo en las calles. De ahí que ambos llegaron el 2013, apenas dos años después de las movilizaciones, como diputados al Congreso.

En el caso de Jackson, que postuló como independiente, fue favorecido por el acuerdo de la entonces Nueva Mayoría de Michelle Bachelet, que se omitió y no llevó candidatos en el distrito de Santiago Centro. Así Jackson obtuvo la máxima votación con un 48,17%

El gobierno de la entonces Presidenta Michelle Bachelet permitió que varias figuras y profesionales de RD participaran como asesores del Ministerio de Educación durante su segundo mandato, aunque nunca formaron parte oficial de ese gobierno y mantuvieron su discurso crítico a lo que fue la Concertación y la transición política chilena. Jackson mostró su pragmatismo respaldando al gobierno lo que denominó “colaboración crítica”.

En su reelección en 2017 logró nuevamente ser primera mayoría de su distrito con un caudal de 103 mil votos que le permitió “arrastrar” a dos nuevos diputados: Gonzalo Winter y Natalia Castillo.

Una dupla que era inquebrantable. Aunque nunca han militado en el mismo partido, las carreras políticas de Jackson y Boric estaban unidas como dupla inseparable. El peso político de ambos como diputados fue el que permitió la fundación del Frente Amplio en 2017.

La dupla Jackson-Boric siempre fue un complemento. El primero más cerebral y estratégico en política y el segundo más apasionado. El contraste de personalidades se vio el primer día en la Cámara el 2014, cuando Jackson llegó de impecable terno y corbata, mientras que Boric con su estilo más informal, que mantuvo durante todo su ascenso político.

Ambos compartieron departamento en Valparaíso y en abril de 2014, presentaron en conjunto su primer proyecto: uno que buscaba reducir la dieta de los parlamentarios.

Jackson fue clave para los dos candidatos del Frente Amplio. En 2017, él y Gabriel Boric fueron a buscar a Beatriz Sánchez para que asumiera la postulación, y en 2021 fue el cerebro detrás de la candidatura y elección de Gabriel Boric.

La historia pudo haberse escrito distinto si no fuera por una diferencia de meses. Giorgio Jackson no cumplía con el requisito legal de edad para ser candidato a La Moneda en 2021. Por su trayectoria e influencia es probable que hubiera sido él el candidato y no Boric.

En 2021, Giorgio Jackson despejó rápidamente que no repostularía a la Cámara. De profesión ingeniero civil industrial, su deseo era estudiar un posgrado en el extranjero. Mencionó en su oportunidad un máster dirigido por la economista Mariana Mazzucato, una de las referentes del Frente Amplio.

Pero cuando Boric ganó la primaria contra Daniel Jadue no quedaron dudas de que él sería el “hombre fuerte” de la campaña. Rol que se fue consolidando.

Ajustes en La Moneda (y la frase maldita). Pensar en un gobierno de Boric sin Jackson fue imposible después del triunfo. Se le mencionó como carta en Interior o jefe del segundo piso. Pero recaló en Segpres. Inicialmente era visto como una estrategia de contacto directo con el Congreso ya que hablar con Jackson era equivalente a hablar con Boric.

Sin embargo, las tensiones crecientes entre el ministro y los legisladores, varios de ellos oficialistas, terminaron haciendo insostenible su permanencia en el puesto. El 3 de agosto de 2022 cometió uno de sus mayores desaciertos políticos. En una entrevista en la plataforma Twitch declaró que “nuestra escala de valores en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que frente a una generación que nos antecedió”. Frase por la que tuvo que pedir disculpas.

Tras la dura derrota en el plebiscito de la propuesta de la convención constitucional, donde la estrategia del gobierno fue identificarse con el Apruebo, Jackson fue uno de los sobrevivientes del cambio de gabinete. En un gesto el Presidente Boric lo trasladó al Ministerio de Desarrollo Social, una de las carteras que tiene sede en La Moneda y donde, en teoría, no estaría tan expuesto. Un cambio que retrasó su salida pero que no pudo evitarla.

El desgaste final ocurrió con la onda expansiva que se fue generando con el caso convenios, donde personeros de su partido RD, son los principales implicados en causas que se investigan de traspasos irregulares a fundaciones. El posterior robo de computadores y una caja fuerte de su ministerio, realizado por un hombre que se hizo pasar por el ministro, pusieron a Jackson en el centro de los cuestionamientos. El mismo calificó el robo de “sospechoso”.

La arremetida de la UDI de no negociar con el gobierno mientras Jackson permaneciera en el cargo y el posterior anuncio de acusación constitucional por parte del Partido Republicano y el resto de la derecha, obligaron a Boric, tras una extensa agonía, a aceptar la renuncia al gobierno de quien fuera su principal aliado.

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