El legendario ex futbolista Diego Maradona, de 59 años, fue recibido este jueves en la Casa Rosada con algarabía por el Presidente argentino Alberto Fernández, a quien le entregó un proyecto solidario para llevar el popular deporte a los barrios más carenciados.

El "10" histórico presentó un plan que busca recuperar los "potreros", como se llama en Argentina a los espacios improvisados para jugar al fútbol, y de donde surgieron decenas de deportistas que se transformaron en profesionales.

Tras el encuentro, un Maradona con saco azul y camisa celeste se asomó al balcón de la casa de gobierno con los brazos en alto y saludó a centenares de transeúntes y turistas que esperaban expectantes al trascender su presencia en el lugar.

"¡No vuelven más!", gritó, en alusión al gobierno del ex Presidente liberal Mauricio Macri, el ex jugador, un declarado amigo de los fallecidos exmandatarios izquierdistas Fidel Castro (de Cuba) y Hugo Chávez (de Venezuela).

En ese mismo balcón, el entonces capitán de la selección argentina de fútbol había sido aclamado junto al equipo cuando alzó la copa que venía de conquistar en la cita mundialista de México-1986.

Al encontrarse, Fernández y Maradona se fundieron en un fuerte abrazo, según las imágenes que el propio mandatario subió a su cuenta de Instagram.

Una foto difundida por Presidencia registró el encuentro en el despacho de la Casa Rosada, donde se veía en el escritorio varias camisetas albicelestes listas para ser autografiadas y una pelota de fútbol.

El Presidente peronista de centroizquierda asumido el 10 de diciembre también le hizo firmar al ídolo una camiseta de Argentinos Juniors, el club del que es fanático y donde Maradona se inició en la década de 1970 y comenzó su brillante carrera.

El ex jugador, considerado el mejor del mundo en las décadas de 1980 y 1990, ya había manifestado su respaldo a Fernández y a la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien ocupó la Presidencia entre 2007 y 2015.

"Él cuenta con el apoyo de todo el pueblo argentino, y tiene cero soberbia. Él, y la vicepresidenta CFK, saben que nuestra lucha no es por los dólares sino por el pan. Estamos con ustedes", escribió a cuatro días de la asunción de Fernández el ahora DT de Gimnasia La Plata, un club que pelea por no perder la primera categoría. 

 

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